Oaxaca de Juárez, 4 de mayo. No es novedad que en las últimas semanas se han recrudecido las protestas a lo largo de los Estados Unidos por la brutalidad policiaca que, coincidentemente, resulta de solamente efectivos blancos. Lo anterior, hace cuestionarnos respecto a la legalidad de estas acciones y que tan efectivas son.
Claramente, Estados Unidos es uno de los países que más garantías ha sacrificado en pro de su seguridad, al tiempo que es un país con un amplio pasado racista y que ha luchado mucho por incluir a todas las culturas que ahí subsisten. Muchas son las explicaciones en cuanto al porqué del abuso de poder; sin embargo, seguimos sin poder discernir si el problema de fondo es el racismo o el abuso de poder per se.
Desde tiempos del presidente Kennedy, se buscaba que hubiera una cuota racial dentro de las instancias de repartición de justicia para evitar que las personas interpreten el quehacer de la autoridad como racismo o discriminación. Hoy por hoy sería no sólo iluso, sino una grave maniobra política que a un presidente afroamericano le explotara la bomba de racismo por parte del Estado.
Obviamente es imposible tratar de incluir a todas las personas a las corporaciones o dotarlas de empleo, menos cuando en más de una ocasión el pueblo estadounidense ha discriminado no sólo al afroamericano, sino al latino, al árabe o al asiático. Sin embargo, sí es posible tratar de cambiar la mentalidad que hace actuar mal al norteamericano blanco, evitar pensar que el negro es ratero, que el latino es inmigrante y que el árabe es terrorista puede promover no sólo una sana repartición de justicia, sino la garantía de que el actuar de estas corporaciones es conforme a derecho y no que responde a vicios apartados de la obligación moral.
Así pues, las protestas en Estados Unidos son sólo la punta del iceberg de un historial manchado por el rezago y el aislamiento de los negros, latinos y árabes, que al mismo tiempo es producto del miedo del “otro”, el miedo a lo desconocido y el miedo que se alimenta cada vez más con las noticias amarillistas y tendenciosas de agencias como Fox News.

