Oaxaca de Juárez, 8 de agosto. Yo no sé si fue buena idea que Claudia Sheinbaum haya invitado a Vladimir Putin Presidente de Rusia a su toma de posesión por dos razones importantes, la primera es porque la virtual ganadora de la elección, aun no recibe su acta de mayoría, lo que quiere decir que el Tribunal Electora del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), no ha validado la elección y no ha resuelto las impugnaciones por fraude electoral interpuestas por la oposición. Eso será hasta el 15 de agosto como fecha fatal y no sabemos qué pueda pasar de ahora a entonces.
La segunda y considero que la más importante es que las tensiones políticas con Estados Unidos por la entrega o captura de Ismael “el mayo” Zambada y Joaquín Guzmán Salazar, siguen vigentes y en el marco de una elección en el país del norte que también presenta sus bemoles, con una candidata demócrata a la que se le adjudican las capturas y con un candidato republicano cada vez más radical.
México en la elección de Estados Unidos es una moneda de cambio bien interesante para los electores, tanto por el asunto del narcotráfico que cada año mata a más 150 estadounidenses, como por el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (T-MEC) que tiene un punto de quiebre en la decisión de López Obrador de elegir a los magistrados por la vía del voto directo o el muy desagradable tema de la migración descontrolada y permitida por el gobierno de Andrés.
La sobre representación que le da un poder absoluto al gobierno en turno, también es un asunto que preocupa a los estadounidenses. A ambos partidos políticos en Estados Unidos (demócratas y republicanos) no le conviene que su socio comercial más importante, no tenga contrapesos y en un momento dado no cumpla con los acuerdos del T-MEC.
Otro asunto, es el apoyo que López Obrador le ha reiterado una y otra vez el dictador fraudulento Nicolás Maduro en Venezuela cuyo escándalo de fraude, ha traspasado las fronteras de ese país, por la cantidad de manifestantes que hay en las calles en contra de un régimen tirano y represor, acusado de crímenes de lesa humanidad y que la presidente electa de México ha reiterado en todos sus puntos.
Hay que sumar ahora, la invitación que le extiende Claudia Sheinbaum a uno de los personajes más controvertidos de la historia moderna mundial. Vladimir Putin que no hace mucho fue reelecto presidente de Rusia en medio de encarcelamiento y muerte de sus opositores y de la invasión criminal a Ucrania que ya ha costado muchas vidas y que aún no tiene un final visible o previsible. Una invasión que por cierto, Estados Unidos reprueba.
Para nadie es un secreto que Washington apoya a Volodímir Zelensky, Presidente de Ucrania no sólo con dinero sino también con apoyo táctico militar e incluso con armas de fabricación estadounidense y lo hace porque la república de Ucrania, fue invadida por Rusia que violó acuerdos internacionales por la sencilla razón de que no quería que una de las antiguas repúblicas socialistas soviéticas, se adhiriera a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Cabe preguntarse entonces ¿a qué le está jugando Claudia Sheinbaum?, ¿fue una decisión suya, consensuada con el peje o solo una decisión del macuspano?, ¿qué consecuencias le puede traer a México este tipo de decisiones en el marco del T-MEC que López firmó con Donald Trump?, ¿que le prometió Rusia o China a México para que el gobierno de la cuatroté desdeñe de esa manera los acuerdos comerciales con los gringos?
Haría muy bien Claudia -si el peje la presiona con sus invitados- en decirle al “presidente”, así en minúsculas y entre comillas, que sería muy bueno que le preguntaran a los mexicanos, si queremos invitar a la toma de protesta a Vladimir Putin, un genocida consumado y dictador indiscutible. Mi respuesta es NO.
Pero este gobierno que quiere desaparecer los órganos autónomos para evitar la vigilancia ciudadana a las acciones de gobierno, tiene números que dan miedo y por eso, el gobierno de Estados Unidos ha puesto los ojos en su patio trasero porque se está llenando de indeseables.
En el sexenio de López Obrador, el gobierno ha recibido 541 mil 549 solicitudes de refugio político, lo que representa un aumento de 808 por ciento más que en el sexenio de Enrique Peña Nieto ¿quiénes son los refugiados?, ¿de qué países vienen?, ¿cuál es la filosofía política de esos refugiados?, ¿cómo influyen en la vida de los mexicanos?, ¿por qué el gobierno no nos preguntó si los queremos de refugiados?. Fuente T-Reserch International.
Ya somos un vecino incómodo para Estados Unidos, no nos vayamos a volver uno peligroso como Cuba en 1962 después de terminada la Segunda Guerra Mundial cuando la crisis de los misiles. Me parece que a Andrés Manuel López no le ha quedado clara la lapidaria frase de Porfirio Díaz que es atribuible a López mismo “pobre peje, tan lejos de dios y tan cerca de Estados Unidos”.
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