Oaxaca de Juárez, 24 de noviembre. Con voto de castigo, la segunda vuelta de los comicios argentinos dan la victoria al conservador y de derecha Mauricio Macri de la alianza “Cambiemos”. Este triunfo no sólo demuestra la derrota del oficialismo representada por Scioli sino un hartazgo del pueblo argentino hacia los doce años de la era kirchnerista.
Con una deplorable economía, con una crisis inminente y con un desprestigio generalizado en la región, el pueblo argentino dice “no” a un nuevo periodo populista y empobrecedor. Macri representaba para los argentinos la esperanza de un cambio y de un nuevo posicionamiento como economía emergente.
Muchas son las fracciones políticas en Ecuador, Venezuela y Bolivia que apoyan el triunfo de una derecha que promete cosas muy buenas para los argentinos. Como Jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Macri se distinguió por promover una política de derecha y conservadora pero que tuvo la aceptación de muchos argentinos. Ingeniero de profesión, logró terminar con la era de los Kirchner y desbancó a Daniel Scioli como candidato preferente.
Con una visión 100% neoliberal, el próximo presidente de Argentina, busca eliminar un poco el papel del Estado en materia económica y promover al libre mercado como regulador de la economía. Poco se sabe de las otras reformas que pretende hacer para mitigar el daño de los doce años que gobernó el partido de Cristina Fernández.
Cabe destacar la actitud positiva de su contrincante Daniel Scioli que aceptó su derrota y felicitó a Macri como rotundo ganador. Con miras a buscar un proyecto más empresarial para Argentina, Mauricio Macri entrará al gobierno el próximo 10 de diciembre. Por lo pronto, en materia en materia de política exterior se ha comprometido a denunciar los crímenes en contra de los derechos humanos cometidos por Venezuela ante el Mercosur.
Claro está que Mauricio Macri no busca la aprobación de los amigos de Cristina Fernández, muy por el contrario se divisa un acercamiento con Estados Unidos y mejorar las relaciones con Chile. Las elecciones en Argentina dejaron claro que tienen un buen sistema electoral y cuentan con una democracia mejor consolidada al dar paso a la alternancia.

