Oaxaca de Juárez, 7 de marzo.Los fanáticos de López no se cansan de inundar las redes con el valor del peso frente al dólar, lo llaman “el súper peso” que el fin de semana rompió la barrera de los 18 pesos por dólar y se colocó en unos 17.90 a la venta en las principales casas de cambio. Claro que los chairos no se dan cuenta que las monedas emergentes están ganando terreno frente al dólar por al menos dos razones conocidas: la elevación de las tasas de interés y el aumento de las remesas pero eso no quiere decir que nuestra economía esté bien o mejor que antes.
Nuestro peso mexicano está en los niveles en los que lo dejó Enrique Peña Nieto en el último trimestre de 2018, sin embargo con un dólar “de Peña”, te alcanzaba para comprar dos kilos de tortilla y con el “súper peso de López”, apenas y te alcanza para uno. Así que de nada sirve que el dólar haya bajado de precio, si los productos y servicios han subido a un ritmo de entre 7 y 8 por ciento debido a la inflación y los alimentos han llegado a subir hasta 17%. ¿Cuál fortaleza entonces?
Si la economía mundial entra en recesión, lo que esperemos que no pase por el bien de todos, entonces los Estados Unidos que son una de las economías más fuertes, se verán obligados a aumentar las tasas de interés y eso tendrá una repercusión inmediata en el tipo de cambio mexicano, por eso es importante que el peje, que no sabe absolutamente nada de economía, le haga caso a la autonomía del Banco de México y considere una política financiera que le permita sobrellevar lo que viene.
Al peje le pasa algo muy extraño, él cree que el tipo de cambio es producto de sus aciertos en economía; lo mismo pasa con la detención de Genaro García Luna, supone que fue por él que ha sido juzgado en los Estados Unidos; en su supina ignorancia entiende que si los migrantes mandan más dólares a México, eso es un logro de su gobierno; es decir, entiende muy mal tanto la política bilateral, como la economía mexicana; cree que Elon Musk vino invirtió en Nuevo León porque él se lo permitió o, mejor, que fue una gestión suya…
No creo que haya habido un solo año de su gobierno en que no haya presumido las millonarias entradas de remesas a México que envían los migrantes desde Estados Unidos, lo presume como si fuese una política económica suya, como si él le instruyera a los migrantes que envíen más y más remesas de dólares a los mexicanos, dólares que se integran a la economía nacional y, si hay muchos dólares en circulación y no los gastamos para importar productos, pues la ley de la oferta y la demanda nos dice que bajarán de precio. Esa es una de las causas del “súper peso”.
Los analistas financieros suponen que si la divisa mexicana ha ganado terreno frente al dólar a finales de febrero, el funcionamiento del “súper peso” también trae consigo afectaciones para los que reciben remesas del extranjero y, sobre todo, para los exportadores. Un nivel por debajo de los 18.70 unidades de peso mexicano por dólar, ponen en riesgo variables macroeconómicas dentro de nuestro país.
El diario Expansión que hizo un análisis de este fenómeno, considera que ese tipo de cambio, aumentaría el riesgo de que las correcciones provoquen un menor crecimiento, de la de por si raquítica economía mexicana, esa también es una de las razones por las cuáles la Inversión Extrajera Directa (IED) ha caído en los últimos tres años en nuestro país.
El Economista en Jefe del Banco BBVA Carlos Serrano sostuvo que “un tipo de cambio más depreciado, ayuda a la economía que ha estado anémica y creo que el tipo de cambio se explica por condiciones externas, una política fiscal que se ve bien en la foto, pero más por el diferencial de tasas”, esto ante el “desafortunado” anuncio de un incremento de 50 puntos.
“Estamos en un mal equilibrio, para mí el nivel por debajo de 18.70 pesos, es problemático… el equilibrio es 18.79, -pero- por debajo de ese nivel, nos hacemos vulnerables a las correcciones”, explicó la Economista en Jefe de Finamex Jessica Roldán.
Sabemos que en México desde Ernesto Zedillo, el Banco de México tiene una política cambiaria de libre flotación y que el tipo de cambio, como lo escribí líneas arriba se mueve con relación a la oferta y la demanda, así que la vulnerabilidad del “súper peso”será una realidad si: hay un anuncio oficial de la recesión en los Estados Unidos, si hay un aumento en los precios del petróleo, si hay una confirmación de panel sobre el tema energético en el T-MEC que convoque a Estados Unidos con el objetivo de enfrentar las políticas mexicanas, si hay un repunte de la inflación, si caen las remesas y, claro si cae el Producto Interno Bruto que no ha crecido en 4 años.
A esos vaivenes del la macroeconomía está sujeto el “súper peso” y, cuando menos la recesión en Estados Unidos y el mundo, es un fantasma que debiera tener en cuenta quienes dictan la política financiera en México -que no es el peje- sino Banxico y su autonomía.
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