Oaxaca de Juárez, 16 de febrero. El empresario tamaulipeco Luis Carlos Vizcarra Millán, su pareja María Cruz Campos Frías y sus dos hijos menores de edad fueron víctimas de un brutal secuestro ocurrido en noviembre de 2024 en un fraccionamiento del municipio de Solidaridad, Playa del Carmen, Quintana Roo. 
Según expedientes y testimonios a los que tuvo acceso Aristegui Noticias, un grupo de ocho hombres armados irrumpió en la residencia la noche del 20 de noviembre, sometiendo a la familia. Durante las primeras horas del secuestro, los niños –de entre 10 y 14 años– fueron testigos de la tortura a su padre, quien fue obligado a transferir 360 millones de pesos a cuentas bancarias de empresas fachada.
Tras cinco días de cautiverio, el 25 de noviembre, los secuestradores se llevaron por la fuerza a Vizcarra Millán y a su pareja, mientras los menores quedaron encerrados en una habitación del segundo piso. Al día siguiente, la camioneta blanca del empresario fue abandonada en Cancún, parcialmente quemada y con un fuerte olor a gasolina, lo que marcó el inicio de su búsqueda.
La Fiscalía General de la República (FGR) ha asumido la investigación y solicitó a la Fiscalía de Quintana Roo identificar a servidores públicos que presuntamente protegen a la organización criminal detrás del secuestro. Mientras tanto, la Fiscalía Especializada en Combate a los Delitos de Secuestro y Extorsión de Quintana Roo abrió la carpeta de investigación FGE/QROO/CAN/UAPD/11/373/2024 por desaparición y una segunda indagatoria por secuestro, denominada internamente como “Caso Petrolero”.
Vizcarra Millán, contratista de Pemex a través de su empresa Perfolat, estuvo bajo el escrutinio público en febrero de 2024, cuando una investigación de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) reveló que había vendido un terreno a Amílcar Olán, amigo de Andrés Manuel López Beltrán, hijo del expresidente Andrés Manuel López Obrador, a un precio muy inferior al valor de mercado.
Hasta el momento, se desconoce el paradero del empresario y su esposa, mientras que sus hijos quedaron bajo la protección de familiares. La investigación sigue en curso.