Oaxaca de Juárez, 30 de septiembre. El embajador sudafricano en Francia, Nkosinathi Emmanuel Mthethwa, fue hallado muerto este martes sobre el hotel Hyatt en Porte Maillot, en el noroeste de París, según informó la fiscalía local. Las autoridades confirmaron que el cuerpo apareció “directamente encima del hotel Hyatt”, y que el diplomático de 58 años probablemente había saltado desde el piso 22 del edificio.
La fatal constatación ocurre apenas un día después de que su desaparición fue denunciada. Las primeras pesquisas fueron puestas bajo la responsabilidad de la Brigada para la Represión de los Delitos contra las Personas (BRDP) de la policía judicial parisina, mientras un magistrado de turno “va a la escena” para levantar acta, informó la fiscalía.
Testigos clave revelaron que su esposa fue quien alertó a las autoridades tras recibir “un mensaje preocupante” durante la noche, según la propia fiscalía. El último rastro de su teléfono fue el lunes a las 15:00 horas en las inmediaciones del Bois de Boulogne, lo que motivó patrullajes con perros en busca del diplomático temiendo un posible suicidio.
Mthethwa había sido asignado a la embajada de Francia desde febrero de 2024, y también ejercía como delegado permanente de Sudáfrica ante la UNESCO. Antes de su labor diplomática, sostuvo una carrera política activa en el congreso sudafricano: militante del oficialista ANC, fue secretario de organización de la Liga Juvenil del partido en 1994, parlamentario desde 2002 y presidió el comité sobre minas y energía entre 2004 y 2008.
Durante el gobierno interino de Motlanthe en 2008, asumió el cargo de ministro de Seguridad y Protección, función que continuó bajo el mandato de Jacob Zuma, para luego transformarse en Ministerio de Policía y, más tarde, en Ministerio de Arte y Cultura. Su perfil lo situaba como figura relevante del viejo guardia política sudafricana. Datos disponibles indican que fue también ministro de Cultura entre 2014 y 2019 y de Deportes, Artes y Cultura entre 2019 y 2023.
La figura de Mthethwa —que emergió durante la época del fin del apartheid como activista sindical— encarnaba una trayectoria de transición de activismo a política institucional. Su paso a la diplomacia representaba el intento de proyectar esa influencia doméstica al escenario mundial.
Las circunstancias precisas de su muerte siguen bajo investigación. Las autoridades no han descartado la hipótesis de suicidio ni la posibilidad de factores externos. La ventana del piso 22 del hotel habría sido forzada según medios locales. La embajada sudafricana en París permanecía inaccesible la mañana del martes. Hasta el momento no ha emitido declaración oficial sobre lo acontecido.
El caso ha atraído atención internacional por tratarse de un diplomático de alto perfil y en un contexto donde hechos de esta naturaleza generan interrogantes sobre seguridad personal, salud mental y riesgos inherentes al cargo.
En leyes y convenciones diplomáticas, la responsabilidad de investigación recae en el Estado receptor (Francia) cuando el incidente ocurre en su territorio. La cooperación entre las autoridades francesas y la representación sudafricana podría revelar más datos sobre posibles causas y motivaciones.