Efrain Solano Alinarez/Foto: Vicky Gaspar
Oaxaca de Juárez, 27 de noviembre. Nacida y radicada en la capital del país, Mónica Isela Gaspar Diego, hija de betaceños, tejió un tapiz de ideas y saberes que revela la intimidad de la colectividad betaceña, que materializó en su tesis para obtener el grado de Maestra en Pedagogía por la UNAM, titulado “BANDAS DE MÚSICA Y EDUCACIÓN: RECONSTRUCCIÓN DE LA COMUNALIDAD BETACEÑA EN LA CDMX”. Un homenaje a la memoria y la tradición de los migrantes betaceños.
La migración es un viento que sopla sin cesar, llevando consigo las historias y los sueños de los pueblos, la pobreza es la sombra que empuja. Pero como acto de resistencia, recrean la colectividad dando continuidad a la vida comunitaria que dejaron atrás.
Así, los betaceños asentados en el Valle de Oaxaca, desde esta colectividad, tejen historias de identidad y desde hace tiempo, surgen iniciativas que permiten que la cultura y la tradición siga viva y fuerte. La banda de música es una de ellas, elemento fundamental en la cohesión social. Cuatro generaciones de músicos, me recuerda Antonio Huantes Reyes, quien junto con Sergio Bautista Yescas y Mardonio Bolaños Quijano han impulsado estas iniciativas.
La gastronomía evoca nostalgia como recordatorio de la tierra que se ha dejado atrás, es como un perfume que llega hasta el corazón. Quizá sea la razón que de vez en vez los paisanos regresan a la comunidad a traer los tamales, la costilla seca, el pozonque, las memelas o el pan, parte elemental de la cocina tradicional de Betaza y ofrecerlo a quienes radican en la ciudad de Oaxaca.
En un mundo que cambia sin cesar, la danza es un acto de celebración y de gratitud, un ancla que nos encadena a nuestras raíces, ritual que conecta con la tierra y con la comunidad, algo que permanece constante y verdadero. Así lo han entendido Claudio Chazari y Alo Mazas (Alejo Álvarez Mazas) jóvenes , pero veteranos maestros de la danza tradicional de Betaza, quienes han transmitido a los jóvenes descendientes de betaceños, el amor y la pasión por danzar. Estos jóvenes, aunque diversos en sus anhelos, se unen en un solo lazo: su amor por la danza tradicional de Betaza. Sin otro fin más que el de preservar la tradición de la danza.
Y, es por eso que este sábado 30 de noviembre, Claudio, Alejo, los jóvenes danzantes y la comunidad betaceña se reunirán para celebrar la danza y la identidad en un evento GASTRONÓMICO, MUSICAL Y DANCÍSTICO. Un evento que no solo busca recaudar fondos para solventar sus gastos, sino para compartir la pasión y la alegría de la danza con la comunidad.
Bien dice la Maestra Mónica Gaspar que “los valores y conocimientos construidos alrededor de las bandas de música, grupos de danza y las fiestas son factores primordiales en la reproducción, transmisión, recreación y preservación de la comunalidad en contextos ajenos a la localidad de origen”.
La cita será en: Calle Primero de Mayo, 608 esquina con Río Verde. Col. Antiguo Aeropuerto, Santa Lucía del Camino, Oaxaca a las 2:30 pm.
¡No falten!. ¡Asistan!, ¡Cooperen! y ¡Diviértanse con la familia!.