Oaxaca de Juárez, 22 de febrero. Echémosle un vistazo a la aldea ¿cómo está Oaxaca al cumplirse 85 días de gobierno del serrano Salomón Jara Cruz?, pues nada bien de acuerdo a la percepción política de los oaxaqueños, sobre todo en materia de seguridad pública y gobernabilidad, además de educación y salud.
Al oaxaqueño promedio le importa mucho la seguridad, que se ha visto lacerada por la presencia del crimen organizado y el no tan organizado en las principales cabeceras distritales del estado, comenzando claro está por la capital Oaxaqueña.
El lunes pasado, mientras la policía estatal estaba amotinada en su cuartel general, hubo casi simultáneamente en la capital del estado, tres asesinatos en diversos puntos de la metrópoli, incluso en pleno centro de la ciudad.
Un miembro de una empresa de transporte colectivo denominado Eclipse que realiza viajes de Oaxaca a Pochutla y puntos intermedios, fue abatido dentro del estacionamiento que ocupan estas camionetas en pleno centro de la ciudad de Oaxaca.
Casi al mismo tiempo, otra persona fue ultimada por arma de fuego en la Colonia Reforma Agraria del municipio de Santa Cruz Xoxocotlán pero conurbada a la ciudad capital y otra más en esa demarcación sobre el bulevar Guadalupe Hinojosa, otro varón fue asesinado mientras circulaba en una motocicleta en esta vialidad.
Esos asesinatos se suman a los del fin de semana donde fue ultimada una mujer en la Villa de Zaachila por su esposo que se dio a la fuga después de tratar de asesinar a su hija de 12 años y también a los niños encontrados en la carretera Juchitán-Espinal esto en el istmo de Tehuantepec.
Ayer otras menores fueron asesinadas en la agencia de Santa Rosa Panzacola por su propio padre que las atacó con armas punzocortantes, para luego tratar de suicidarse, mientras que en Telixtlahuaca un niño más fue acuchillado y muerto por un individuo que estaba bajo los influjos de las drogas.
No llevamos ni 100 días de gobierno y ya hay más de 200 ejecutados en Oaxaca (2.5 cada 24 horas en promedio), lo que quiere decir que la “primavera oaxaqueña”, se ha convertido en una “maldita primavera” y no se ve por dónde el gobernador de Oaxaca, vaya a ponerle orden a la violencia que se le está saliendo de las manos.
Los normalistas tienen secuestrada la ciudad, en los maestros de la sección XXII hay inconformidades que pueden derivar en mayo en un problema mayúsculo si no es capaz de meter orden. Los policías inconformes con su mando, también tienen en jaque al estado, mientras añejos problemas agrarios y limítrofes vienen a recrudecerse como en Amoltepec, con saldos macabros.
El Gobernador Salomón Jara debe legitimar su triunfo que no logró en las urnas, toda vez que quien ganó la elección y por mucho, fue el abstencionismo y para legitimar ese pírrico triunfo debe recurrir a actos de orden, de autoridad, de decisión…
Sin embargo, existe un problema en los gobiernos emanados de morena, todos se sienten el peje y ocupan hasta sus mismas palabras para justificar su ineptitud, culpan al pasado de su inacción, culpan a los funcionarios que ya no están, pero no los llaman a cuentas sino solamente los señalan.
Guardadas todas las proporciones, Salomón Jara tiene sus propios fantasmas, tiene a su propia Mafia del Poder que según él no lo deja gobernar y a esos, a los que ya no están desde hace mucho, los hace ver como los orquestadores de todas sus desgracias, porque no es capaz de asumir su responsabilidad como jefe del ejecutivo y poner orden.
Y hay que recordar que él ya fue gobierno, al pertenecer al gabinete del peor gobernador que ha tenido Oaxaca y que se llama Gabino Cué que dejó en bancarrota al estado. Igual que el nieto de la abuelita, Salomón dijo tener todos las soluciones para el estado, pero sucede que tiene todas las excusas y así no vamos a llegar a ningún lado, pronto veremos un 2006 en Oaxaca con barricadas e inconformidad por todos lados… al tiempo.
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