Sarai Jiménez
Oaxaca de Juárez, 17 de octubre. El arzobispo de la Arquidiócesis de Antequera Oaxaca, Pedro Vázquez Villalobos, criticó que muchos de los servidores públicos se pongan difíciles para poder hablar con el presidente de la República, el gobernador, el presidente municipal, ó el senador.
En su mensaje, al oficiar la misa dominical de medio día, lamentó que muchos funcionarios pidan cosas a cambio y hasta se les tenga que quedar debiendo el favor, por lo que dijo que esta actitud no es servicio y solo repugnan.
“Quienes tienen un servicio deben servir, como el obispo que es de mucha tentación de sentirse grande y poderoso, por eso le pide a Dios que le ayude a quitar esas tentaciones, a no endiosarse porque está en este servicio que él le dio para ayudar al pueblo con todos sus dones y gracias”, subrayó.
“Lo que se tiene que hacer es para gloria de Dios, no para que sea glorificado, y así tienen que entenderlo todos, y deben servir a los que tienen que servir con alegría y gozo, todos los servidores deben de bajarse un poco de donde están y atender, comprender, ser pacientes y misericordiosos, para que quienes acudieron a solicitar su ayuda se sientan valorados, no humillados ni despreciados”.
Comentó que el cambio de actitud también hace mucha falta entre los sacerdotes, ya que todos son iguales y no deben sentirse más, por lo que solo, ni deben engrandecerse atendiendo a las personas, ya que había que tratarlas bien y ayudarlas sin esperar nada a cambio.
“Los que tienen alguna encomienda deben pensar en que deben cambiar algunas actitudes, pues humillando a las personas, tratándolas mal o cerrándoles las puertas no se parecen en nada a Cristo”, recordó.
Este comentario, dijo, iba para todos, ya que continuamente se les acercan muchas personas, familiares, amigos, y deben encontrar en cada uno los sentimientos y valores de Cristo.
Insistió que la palabra Divina debe escucharse con humildad, para poder comprenderla y hacerla suya, para aplicarla en todo momento de su vida.
“En la vida de la Iglesia se podrían sentir los obispos y sacerdotes dueños de la Iglesia, tener privilegios sobre muchas otras personas, pero Dios no los llamó para andar de alzados y presumidos”, señaló.
“Esto debe calar en todos, se tiene esta vanidad, ese orgullo, se pueden sentir más porque se sabe más, en la vida de servicio se sienten más y que los demás tienen que humillarse para tener algunos servicios”.
Al final de su mensaje, el arzobispo leyó un comunicado para caminar de acuerdo a lo que ha convocado el Papa Francisco que culminará en el 2023, buscando un tiempo de gracia para todos.

