Alejandro Leyva Aguilar
Oaxaca de Juárez, 22 de mayo. Me dicen que la llamada de gabino cué –así, con minúsculas- con uno de sus operadores políticos y financieros no puede ser considerada como una prueba de que utiliza el cohecho, el uso indebido de datos personales protegidos, la presión y el chantaje (so pena de quitar los programas sociales), para favorecer a su candidato al gobierno del estado Pepe Toño Estefan.
Entiendo que una grabación según los abogados no prueba el hecho pero ¿no es evidente que es la inconfundible voz del gobernador gabino la que habla con otra que le hace ver la potencialidad de contar con los padrones de los programas sociales?
También entiendo que ese tema es penado por la ley; que se trata de un delito electoral; que la Fiscalía Especializada contra Delitos Electorales (FEPADE), debe actuar ante cualquier indicio de sospecha en un tema tan delicado como los apoyos a sectores desprotegidos; que el condicionamiento electoral en la entrega de recursos o apoyos públicos, es gravísimo y debe ser castigado.
O ¿qué espera la FEPADE?, ¿que gabino y sus secuaces consumen el delito electoral y votos condicionados llenen las urnas el 5 de junio a favor de Estefan Garfias?, ¿no es suficiente prueba la inconfundible voz del gobernador aprobando un tema tan delicado como para por lo menos llamarle la atención públicamente?
No obstante, nosotros como comunicadores sólo podemos decirle a los electores que no se dejen engañar, que las apoyos federales, estatales y municipales no pueden ser motivo de chantaje, nadie se los puede quitar ni condicionar por un voto a cambio y que si alguien llega a sus comunidades –sobre todos los testaferros de gabino- para condicionar la entrega, mándenlos por un tubo, grábenlos, denúncienlos ante la FEPADE y publiquen en los diferentes medios de comunicación esos hechos para que esos malos funcionarios sean castigados.
Por que es claro que la pretensión de la coalición “Con Rumbo y Estabilidad por Oaxaca” CREO, va a utilizar la presión y el chantaje, así como el condicionamiento de los programas sociales para buscar que su candidato gane, además utilizarán todos los recursos públicos a su mano porque lo que está en juego no sólo es el gobierno de Oaxaca, también la libertad de varios funcionarios corruptos que se embolsaron la odiosa cantidad de 7 mil millones de pesos del erario de uno de los estados más pobres del país.
El escándalo de corrupción en el gobierno de gabino cué –así, con minúsculas- ya trascendió nuestras fronteras al grado de que el departamento de estado de EUA ha emitido una alerta advirtiendo de la posibilidad de un desfalco al erario oaxaqueño, al igual que la Procuraduría General de la República, lo que debería incentivar a la FEPADE para actuar de manera inmediata.
Esta, por mucho, será una elección de estado en donde gabino cué pretende acabarse el erario haciendo ganar a su candidato como sea, porque el desfalco a las arcas estatales es tan oprobioso que podrían ir a parar a la cárcel si es que el PRI, que sabe actuar, gana el gobierno nuevamente.
Los puntajes electorales le dan una buena ventaja al candidato de la Alianza “Juntos Hacemos Más” y por eso la desesperación de gabinini y sus socios que buscan por doquier la solución a un problema en el que ellos mismos se metieron al escoger al peor candidato que pudieron, un candidato malo, pero cómplice.
Faltan escasos 11 días para la elección, para la cita de los oaxaqueños en las urnas, es tiempo de reflexionar qué es lo que queremos y sólo hay de dos: “la paz y el progreso de Jorge Castillo, gabino cue, Pepe Estefan y Germán Tenorio” o un gobierno con Visión de Estado, representado por Alejandro Murat.

