• En el sexto coloquio de personas investigadoras sobre este deporte se abordó su trascendencia en México, los bajos salarios de quienes lo practican profesionalmente y la necesidad de contar con la figura del trabajador social
Oaxaca de Juárez, 3 de octubre. En la UNAM se busca reforzar a la lucha libre como tópico de investigación en la agenda académica, ya que existen infinidad de personas dedicadas a este deporte y numerosos trabajos recepcionales de grado en los que se ha abordado el tema, resaltó el académico del Centro de Estudios en Ciencias de la Comunicación de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, José Ángel Garfias Frías.
Precisó que entre los asuntos tratados se encuentran: arenas, luchadores y derechos laborales; tan solo en nuestro país se estima que hay más de mil aforos para esta práctica, desde los de barrio hasta los empresariales.
El universitario recordó, en entrevista, que sobre el tema se realiza investigación en diversos países. Por ejemplo, en Estados Unidos el wrestling (combate de entretenimiento) tiene un espacio importante para su promoción y difusión.
Existen numerosas publicaciones y es complejo creer que, en casi cien años, México no contaba con un grupo de investigación establecido, enfatizó.
Posteriormente, al presidir el sexto Coloquio de Investigadores sobre Lucha Libre en la UNAM, junto con Jalil Ascary del Carmen Clemente, de la Academia Mexicana de Altos Estudios sobre Lucha Libre, A.C., Garfias Frías compartió que, debido a la globalización, la lucha libre mexicana tiene gran importancia a nivel mundial porque antes se pretendía que compitiera con el wrestling estadounidense o la lucha japonesa.
El fundador del grupo de investigación Finisterra de la FCPyS, especializado en el estudio de las industrias creativas –videojuegos, animación, manga, cómics y lucha libre– añadió:
Estamos a ocho años de celebrar el centenario de dicho deporte en México; y el 21 de septiembre se conmemoró el Día Nacional de la Lucha Libre y del Luchador Profesional Mexicano.
De alto rendimiento
Bajo la máscara tornasol se escapan sus cabellos; una capa es parte de su atavío oscuro. “El Enviado” desciende por la escalera rumbo al estrado del auditorio “Pablo González Casanova” de la FCPyS. Muestra su otra faceta: ser universitario egresado de la Escuela Nacional de Trabajo Social de esta casa de estudios.
En su trabajo de investigación y recepcional como maestro en la referida disciplina, planteó que este deporte, considerado Patrimonio Cultural Intangible de la Ciudad de México a parir de 2018, debe ser calificado de alto rendimiento.
Como académico realizó una radiografía de las personas luchadoras capitalinas; observó que la mayoría debe buscar otro empleo por los bajos ingresos, además de que las aquejan las lesiones y carecen de prestaciones laborales.
Durante el encuentro -al cual acudió el escritor y editor Ricardo Guerrero Jiménez, autor de libros sobre este deporte- “El Enviado” sugirió actualizar el reglamento de la Comisión de Lucha Libre (que data de noviembre de 1994), el cual incluso se refiere al Distrito Federal y no a la Ciudad de México; asimismo, actualizar la base de datos de los luchadores con licencia y crear la figura del trabajador social deportivo.
Al hacer uso de la palabra, Angie Roux, considerada la primera mujer anunciadora de lucha libre en México, habló sobre su trayectoria por los cuadriláteros; primero en el pancracio -incluso a nivel internacional en Japón- y a la postre como “speaker” en el deporte de las tres caídas.
“Anuncié a todas las estrellas y fue un gran reto porque se notaba y se sentía la exigencia hacia mi trabajo, solo por ser mujer”. Es una gran área de oportunidad para mejorar como persona. La lucha libre es reflejo y apología de la vida misma, concluyó.
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