Eje Central
Oaxaca de Juárez, 6 de diciembre. Victor Castillo hizo todos los exámenes requeridos para donar sangre y salió en orden, le pidieron que hiciera un trámite de papeles y lo realizó con éxito, el problema vino cuando al interrogarlo acerca de si alguna vez se había hecho un estudio para determinar riesgo de VIH o Hepatitis él contestó que sí. A partir de su respuesta, Castillo recibió un extenso interrogatorio acerca de sus preferencias sexuales, minutos después, el hospital le anunció que por políticas internas homosexuales y bisexuales no pueden donar sangre. Personal del hospital general de la Secretaría de Salud en Salamanca rechazó recibir sangre donada por un joven a causa de su preferencia sexual; argumentaron que es “política del hospital” no recibir donaciones sanguíneas de homosexuales o bisexuales.
A finales de 2012 entró en vigor la Norma Oficial Mexicana (NOM) 253 para la disposición de sangre humana que eliminó la prohibición expresa para que los homosexuales pudieran ser donadores.
Hasta antes de esta NOM, la norma impedía a homosexuales y bisexuales donar “por razón de sus prácticas” y por “su mayor probabilidad de adquirir infección por el VIH o por el virus de la hepatitis”, junto con otros denominados grupos de riesgo, como los farmacodependientes y trabajadores sexuales.
La NOM 253 publicada en octubre de 2012 en el diario Oficial de la Federación eliminó la exclusión de homosexuales y bisexuales, aunque la mantiene para parejas de personas infectadas con VIH o hepatitis.
“Me preguntaron si había donado antes, si me han dado sangre, lo de rutina; si me había hecho exámenes de hepatitis o VIH-Sida, y cuando respondí que sí, la persona comenzó a preguntarme con insistencia por qué me había practicado esos exámenes. Le expliqué que fue en un chequeo médico de rutina, pero fue muy insistente. Es entonces cuando me pregunta si he tenido relaciones sexuales con personas del mismo sexo y le dijo que sí, que tengo una pareja homosexual y ahí mismo detuvo el interrogatorio”, señaló el joven.
Si mi sangre está bien, no veo por qué no donar, no soy menos que un heterosexual si quiero donar. Si tuviera una enfermedad, pues lo entiendo, pero si mi sangre está en condiciones para ser donada, si le sirve a alguien, yo vine a ayudar a alguien, entonces yo digo: ¿Qué diferencia hay? ¿La sangre es diferente?
El joven anunció que presentará una denuncia: “No quiero que esto se quede así. Por estas políticas alguien se puede quedar sin la sangre que necesita, de una persona sana”.

