Alejandro Layva Aguilar
Oaxaca de Juárez, 20 de junio. Oaxaca huele a humo, huele a guerra, huele a un experimento macabro de titiriteros que mueven a las masas con engaños y con dinero; huele a intereses oscurísimos a nivel nacional que pretenden, como sucedió en la Revolución de 1910, iniciar la llama de la insurrección en este sureño estado de la república.
¿Por qué Oaxaca?, es algo que nosotros los oaxaqueños nos preguntamos, admirados porque estamos en un estado de sitio, en un estado de excepción donde los vándalos pueden entrar a las tiendas departamentales a saquearlas y no tardan en meterse a las casas particulares a “reclamar lo que les pertenece”, según la filosofía de las guerrillas centroamericanas.
Una noche de terror pasaron ayer en varias de las colonias oaxaqueñas: Hacienda Blanca, la Esmeralda, el Centro Histórico y otras más donde los ciudadanos con admiración y temor, documentaron el saqueo que vándalos “socios” de la sección 22 del SNTE, cometieron en varios establecimientos.
Vuelvo a la pregunta ¿por qué Oaxaca?…
He escuchado de los profesores que lo que quieren “es una mesa de negociación con el Gobierno” y tienen algunas exigencias como la erogación de la Reforma Educativa, la renuncia del Secretario de Educación Aurelio Nuño y la del Gobernador del Estado gabino cué –así, con minúsculas-
¿Cuántas mesas de “negociación” recuerda usted lector entre las autoridades, federales, estatales y el magisterio?, ¿ya perdió la cuenta?; ¿cuántas de esas mesas de “negociación” tiene que ver con temas educativos?, ¿por qué el gobierno y el magisterio no hicieron transparentes esas mesas de “negociación”?, ¿qué esconden?
Entiendo ahora que si llegara a darse el caso de una mesa de “negociación” entre el gobierno federal y el magisterio, el primero no podría cumplir las exigencias del segundo, simplemente porque la Reforma Educativa NO ESTÁ A DISCUSIÓN, menos la dimisión de un secretario de estado o un gobernador.
¿Para qué reunirse entonces?, ¿qué es lo que van a “negociar”?
Oaxaca arde, van al menos siete muertos desde el domingo a la fecha, ninguno de ellos profesor, si en cambio, miembros de organizaciones claramente relacionadas con la guerrilla como el FPR o “COMUNA” de Flavio Sosa Villavicencio y policías.
Oaxaca arde y uno se pregunta ¿de dónde sacaron dinero los anarquistas miembros del FPR, de la Guerrilla, de COMUNA o de esas organizaciones beligerantes que apoyan el movimiento magisterial para comprar armas?, ¿quién los financia y por qué?, ¿Andrés Manuel López Obrador?, ¿Carlos Slim?
No hay que olvidar este último nombre. Carlos Slim es un personaje oscuro, tan oscuro como quien lo creó (Carlos Salinas), que ha sufrido pérdidas económicas derivadas de la Reforma en Telecomunicaciones.
Y no hay que olvidar que ese personaje perderá mucho más dinero cuando la Reforma Minera entre en vigor y pierda la capacidad de explotar los recursos naturales del país.
No hay que perder de vista que Carlos Slim se ha vuelto un enemigo de las reformas constitucionales y por tanto de los actores políticos que promovieron el Pacto por México, desde el Presidente Enrique Peña Nieto, hasta el ex gobernador de Oaxaca José Murat.
Hay carteras que mueven la cuna y la de Slim Helú puede ser una de ellas, sobre todo porque Oaxaca, a partir del primero de diciembre de 2016, será gobernada por un Murat… Pregúntese ahora ¿importa algo la educación?, o sólo es un pretexto.
Importante es que la propia ciudadanía esté consciente de que si el Gobierno no actúa con contundencia, no solo la mano y la cartera de Slim Helú y la guerrilla van a estar dentro de las revueltas, también lo estará el crimen organizado, el narcotráfico, los comunistas y todos aquellos que quieren ver a México como hoy está Venezuela.
De nosotros, de nuestra exigencia depende que eso no pase.
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