Oaxaca de Juárez, 1 de diciembre. Hoy estrenamos gobierno en Oaxaca, un gobierno legal, pero no legítimo; un gobierno que llega al poder en una elección en donde el abstencionismo le ganó la batalla a los partidos políticos y por tanto, es legal porque lo permite la Ley Electoral, pero no legítimo porque no emana de una mayoría.
Nuestro nuevo gobernador ha llamado a esta etapa “la Primavera Oaxaqueña” y bien a bien no entiendo a qué se refiere con ese slogan; si comprendo aproximadamente, es una época de florecimiento, de abundancia, de creación y procreación… de ahí el dicho “como burro en primavera”.
Supongo entonces que haría florecer empresas, que abatirá la pobreza, que recuperará la economía, que terminará las carreteras a la costa y al istmo, que recuperará el empleo, promoverá el turismo, que atraerá inversiones, que apoyará al campo -esperemos que no haga falta dinero al sector primario como cuando fue secretario de desarrollo agropecuario-, que fomentará la pesca, que fortalecerá el emprendimiento, es decir, que hará que Oaxaca crezca y se desarrolle.
Y tiene la oportunidad inmejorable. Me explico: tiene un Congreso del Estado con mayoría absoluta de su partido morena; tiene a centenas de ayuntamientos, incluida la capital y las principales ciudades del estado, gobernadlas por morena; tiene un gobierno federal emanado de morena y a un presidente de la república que -lo ha dicho muchas veces- ama a Oaxaca ¿qué le hace falta a Salomón Jara Cruz para no hacer un buen papel como gobernante?
En 2010, cuando el PRI perdió por primera vez el Gobierno de Oaxaca a manos de una súper alianza entre impares -es decir, entre el PRD de López Obrador y el PAN de Felipe Calderón-, Gabino Cué no tuvo todo el apoyo, ni todo el respaldo del Gobierno Federal, porque sólo le tocaron dos años de FECAL y luego ganó la presidencia el priísta Enrique Peña Nieto.
Le fue tan mal al pejista Gabino Cué, que cuando se fue en 2016, dejó una deuda de TREINTA MIL MILLONES DE PESOS en pasivos al erario oaxaqueño, deuda que al gobernador priísta Alejandro Murat Hinojosa, le costó resarcir y hoy entrega un estado con finanzas sanas y con un estado que está de moda a nivel nacional y mundial.
Por eso digo que Salomón Jara tiene la posibilidad histórica, incluso por esa entrega recepción pulcra, de trascender en el gobierno, porque no hay absolutamente nada que le impida gobernar bien … ¿o sí?
Bueno, como ya sabemos, Salomón en su época de senador de la república, fue uno de los morenos que no votó la reforma educativa y por eso el magisterio oaxaqueño y su recién estrenada dirigencia sindical -que por primera vez recae en una mujer- saldrá a las calles a mostrar el músculo al nuevo gobierno para que se den cuenta que no todo será miel sobre hojuelas, ni todo “primavera oaxaqueña”.
La Sección XXII del SNTE-CNTE, le tiene guardadas algunas sorpresas al nuevo gobierno y a su gabinete, pero hay que recordar que en Oaxaca, no solo es la sección XXII la que exige, hay multitud de organizaciones sociales que van desde las tranquilas y sobornables, hasta las radicales cuasi guerrilleras, que si no les dan, arrebatan.
Muchos oaxaqueños nos preguntamos ¿por qué en Oaxaca no hay obras de gran calado si tenemos un presupuesto cercano a los 80 mil millones de pesos?, y la respuesta es que quien no entienda que el dinero de Oaxaca en su gran mayoría se destina a distender las presiones socio políticas, pues entonces no conoce el estado.
Y hay más. Tenemos 570 municipios con 14 mil comunidades y en todas ellas hay que pagar nóminas ¿sabe usted paisano cuánto se gasta en Oaxaca solamente en nómina de cada uno de los cabildos del estado?… no hay presupuesto que alcance, por eso la administración de Salomón Jara estará destinada a, como todos los gobernadores, administrar la pobreza y la escasez.
La magia en el gobierno, como lo hizo Heladio Ramírez, Diodoro Carrasco, José Murat o el propio Alejandro Murat Hinojosa, es saber cómo darles más política y menos dinero a las organizaciones sociales que viven del erario. Eso deberá hacer Salomón Jara si en verdad quiere que haya una “primavera oaxaqueña”, porque de lo contrario, lo que tendremos será un “INVIERNO ZAPOTECA”.
@leyvaguilar
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