Alejandro Leyva Aguilar
Oaxaca de Juárez, 28 de noviembre. Como lo dijimos desde su anuncio, la marcha de ayer nació muerta. Miles de acarreados de todos el país, tortas, refrescos, dádivas y un dinero para que los “manifestantes” pudieran pasearse un rato por la “ciudad de la esperanza”.
El primer cálculo, habla de unos 5 mil autobuses con menesterosos dijera el jefe Diego, o lo que es lo mismo unos 250 mil acarreados, obligados a inflarle el ego a un peje al que le obsesiona no sentirse solo.
Y todo, con mucha seguridad, salido de erario del país y de los estados gobernados por morena, solo en renta de autobuses unos 100 millones de pesos, más las gasolinas y diesel de esos autobuses, más las tortas y los refrescos, más la lana por asistir que fluctuó entre 300 y 500 pesos de acuerdo al estado del que vienen.
Los expertos en finanzas públicas dicen que esa movilización costó a las arcas mexicanas unos 1´500,000,000 (MIL QUINIENTOS MILLONES DE PESOS), solo para satisfacer el ego estúpido, del estúpido que viene un Palacio.
Dice Ignacio Morales Lechuga que los gobiernos no organizan marchas, toda vez que éstas son para protestar, los gobiernos organizan desfiles para celebrar o conmemorar algo y, en el caso que no ocupa, NI ES UNA MARCHA, NI HAY NADA QUÉ CELEBRAR.
Y es que cuando tienes que organizar una marcha ocupando todo el poder económico del gobierno, quiere decir que tú eres muy pequeño y lo único que tienes grande, es el complejo de inferioridad. Por eso el peje tuvo que convocar una marcha él, para alabarse él y no hay ningún otro sentido de esa movilización.
El peje y sus huestes de menesterosos, pueden marchar lo que quieran y pueden gastarse el dinero que quieran, aquí lo verdaderamente manifiesto es que ésta, fue una marcha que nació muerta y desacreditada porque todos los mexicanos estamos viendo el dispendio de recursos para complacer a su amo, estamos viendo cómo un hombre ha sido irremediablemente superado por la sociedad y que, ante la manifestación de apoyo al INE el 13 de noviembre, ha empequeñecido.
¿Qué mérito tiene organizar una marcha desde el gobierno?, pregunta Adela Micha y tiene razón, no hay ningún mérito cuando dispones de recursos públicos ilimitados, cuando tienes el capital humano pagado desde el gobierno para organizarla, cuando tienes los padrones de beneficiarios con nombre y apellido para presionarlos, cuando tienes miles de contratos que pueden ser rescindidos si no te presentas a la marcha ¿qué mérito señor “presidente”, así en minúsculas y entre comillas?
Lo que realmente debe tomar el cuenta el ciudadano común, el de a pie, el que no depende de una dádiva electorera o de un contrato con el gobierno, es que el gobierno de México, el de la Ciudad de México y el de los estados gobernados por morena, se gastaron miles de millones de pesos en una marcha para adular a un estúpido, en vez de comprar oncológicas para los niños con cáncer.
La clase media debe estar bien atenta y entendida de que a éste gobierno le importa poco la salud de los mexicanos, la educación de los mexicanos, la seguridad de los mexicanos; al peje lo que le importa es su popularidad traducida en populismo, le importa sentirse rey de su ínsula barataria.
Le importa que esa cantidad mínima de mexicanos (somos 120 millones), le aplaudan y le reafirmen que lo que él dice, está bien, que sus “otros datos” son correctos, que él es el mejor presidente del mundo mundial, lo demás, lo esencial es claro que le vale madre.
Por eso nosotros no debemos de perder el rumbo, ni distraernos con una marcha pagada. Debemos estar pendientes y presionar a nuestros legisladores para que la reforma al INE, no pase mañana y le hagamos saber al peje que, aunque organice una marcha 10 veces más grande que la de ayer, el pueblo es el manda y por tanto, el INE no se toca.
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