Oaxaca de Juárez, 28 de febrero. Arely Melo lleva casi tres años lidiando con las secuelas de covid-19. Cuando le dijeron que tenía la enfermedad apenas había unos mil 500 casos en México. Era el 2 de abril de 2020.
En México, el gobierno informó oficialmente de la detección de los tres primeros casos de covid-19, el 28 de febrero de 2020. El 18 de marzo de ese año se confirmó la primera defunción.
Arely, ahora 38 años de edad, pasó 22 días con los síntomas, pero se ha quedado con lo que se conoce como síndrome post covid o long covid; es decir las secuelas de la infección.
Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, Ensanut, 2021, el porcentaje de personas que dijeron tener al menos un síntoma relacionado con haber tenido covid está entre el 30 y el 60%.
Cuando Arely salió negativa, tras 52 días de aislamiento, pensó que ya la había librado. Pero ahí comenzaron síntomas peores y cuyo origen ni los médicos se explicaban.
En agosto de 2020 empezó con mareos, subidas y bajadas de presión arterial y taquicardia. “Me hicieron estudios y no me encontraban nada. Me decían que estaba estresada”. En octubre volvió a tener síntomas parecidos a los de la gripe. Le hicieron otra prueba de covid. Volvió a dar negativa.
“Pero yo me sentía desganada, con mucho cansancio, se me iba el aire y las migrañas eran espantosas”. Arely pasó por tres médicos y varios estudios, todos pagados de su bolsa, sin que alguno pudiera decirle qué tenía.
Entre los síntomas más frecuentes del síndrome post covid están: fatiga, dificultad para respirar o falta de aliento, tos, síntomas neurológicos o afecciones de salud mental, como dificultad para pensar o concentrarse, dolores de cabeza, problemas para dormir, mareos al ponerse de pie.
También sensación de punzadas, pérdida del olfato o del gusto, y depresión o ansiedad; así como dolor articular o muscular, afecciones o síntomas cardíacos, síntomas digestivos, entre muchos otros.
Sin saber qué hacer
Hasta principios de noviembre de 2020, una internista con la que acudió le dijo a Arely que ya sabía lo que tenía, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) acaba de dar a conocer que había algo que se llamaba long covid, las secuelas de la enfermedad, pero que no había tratamiento.
Fue hasta septiembre de 2022, ya con la investigación más avanzada que la médica internista que la trata le dio a Arely un diagnóstico más certero, lo que tiene es desestabilidad cardiovascular post covid, una alteración en el sistema nervioso que hace que cualquier actividad básica, como que el corazón lata, se desestabilice.
Arely dice que hasta ahora sigue con altas y bajas, pero ya son más las altas. “Varía mucho cada cuándo me siento mal, pero tengo ya solo dos o tres días malos al mes, con las migrañas y el que me suba y me baje la presión, cuando pasa eso, tengo que hacer una pausa de medio día, pero ya no de dos días”.
Los médicos no saben cuánto tiempo le durarán las secuelas de covid a Arely. “No saben decirme si serán años o toda la vida, porque es algo nuevo que está en curso, así que he tenido que aprender a vivir con esto, he cambiado mi alimentación, por ejemplo, no como azúcares refinados porque me provocan más neuropatías; trato de dormir ocho horas, para no activar la migraña, hago ejercicio y medito todos los días”.
A Arely el covid le cambió la vida, pero le dejó buenas lecciones:
Ahora cuido más mi cuerpo, y aunque tengo secuelas, agradezco que estoy aquí, porque mucha gente se fue con esta enfermedad, así que agradezco que puedo levantarme a hacer el desayuno, a hacer ejercicio, a hacer esas cosas de todos los días, que cuando te sientes tan mal no puedes hacer
15 días en el hospital y meses de secuelas
Hugo Medina Estrada, agente de ventas de publicidad se contagió en enero de 2021. El 5 de febrero lo hospitalizaron con apenas 52 de oxigenación, pero no lo intubaron, su saturación empezó a subir solo con oxígeno suplementario. Pasó 15 días en el hospital, salió hasta el 14 de febrero de 2021.
Para Hugo, retomar su vida también fue muy complicado. Después de salir del hospital, estuvo dos semanas más en aislamiento. Salió a principios de marzo de 2021.
Quise ir al super que está a cuatro cuadras de mi casa, pero no llegué, caminé dos calles y me empecé a sentir muy mal, me tuve que regresar
El hombre, de ahora 56 años, dice que empezó a salir poco a poco, pero caminaba muy lento. Hasta el 1 de mayo pudo regresar a su trabajo. A finales de ese mes, ya con la primera dosis de la vacuna covid, empezó a tener taquicardias, mareos y mucho cansancio.
Durante todo este tiempo, Hugo ha tenido que aprender a vivir con las secuelas de covid. “Me canso mucho y me mareo todavía. Tengo una especie de fatiga crónica y si tomo algo frío o baja la temperatura mucho, siento como si algo se me atravesara, algo que no me deja respirar”.
Aún así, trata de seguir con su rutina. “Trato de seguir el ritmo y echarle ganas, porque de mí depende mi familia, aunque me sienta mal tengo que hacer mis cosas”.
En el IMSS, a donde lo atendieron durante la enfermedad y de donde es derechohabiente le dicen también que no saben si estará así unos meses, más tiempo o toda la vida, los médicos no le recetan nada. Hugo toma vitaminas por su cuenta y dice que con eso se siente un poco mejor.
Pero también agradece estar vivo, después de que 332 mil 850 personas han perdido en México la vida a causa de Covid, de acuerdo con las cifras oficiales de la Secretaría de Salud.
Información de:N+

