Oaxaca de Juárez, 27 de septiembre. Según la milenaria tradición judía, hoy, Día del Perdón, se sella el destino de cada persona para el año que viene. Pero gracias al amor, el fallo no es irrevocable.
Para la comunidad hebrea, el período de revisión de la conducta y penitencia que comenzó en Rosh Hashaná -el Año Nuevo judío-, culmina con Yom Kipur o Día del Perdón o del arrepentimiento. Es es el momento más sagrado para quienes profesan esta fe
“Es el día más importante del año para nosotros, cuando hacemos cinco rezos”, explica Shneor Mizrahi, rabino de Jabab Boca y Barracas, en diálogo con el diario El Clarín. “Es una jornada donde se llega a la esencia de uno porque es el instante que creó Dios para el encuentro con nosotros. Luego de los diez días de arrepentimiento y reflexión, que comienzan en Rosh Hashaná, el Día del Perdón es nuestro momento para despertar y retornar a Dios”, afirma.
A diferencia del resto de los días del año, en Yom Kipur se recitan cinco plegarias: una al comenzar la jornada (Kol Nidrei, que pide el borrado de todas las promesas incumplidas y debe ser recitada antes de la puesta de sol), dos por la mañana (Shajarit y Musaf) y otras antes del anochecer (Minja y Neilá). En cada una de ellas se recita el Vidui (confesión) y se le implora al Creador que absuelva a los pecadores de sus errores e incumplimientos.
Un judío ultraortodoxo camina hacia la Puerta de Damasco que conduce a Jerusalén, durante la celebración del Yom Kipur (Día del Perdón), la festividad más sagrada del calendario hebreo. FOTO/ EFE
Día de ayuno y oración
De acuerdo con las normas judías, es una jornada en la que debe observarse el ayuno y practicarse la oración.
Sin embargo, hay una preparación para la víspera. “La misma Torá ordena comer doble.



