Oaxaca de Juárez, 19 de septiembre. La activación de la Alerta Sísmica y el mensaje que llegó a celulares con motivo del Segundo Simulacro Nacional 2025 provocaron miedo en varias personas, ante lo cual está el remedio “un bolillo pa’l susto“.
Pero, ¿en realidad funciona?
¿Sirve comer un bolillo cuando se tiene un susto?
Sí, comer un bolillo cuando se tiene un susto sí funciona, afirma Nayeli Xochiquetzal Ortiz, profesora de la Facultad de Medicina de la UNAM.
La docente explica que cuando se tiene miedo, el estrés agudo aumenta la producción de ácido estomacal, lo que provoca la sensación de un “hueco” en el estómago, así como náuseas y diversos malestares.
En tales casos, ingerir un pan reduce esa acidez tan molesta, como bien sabían nuestros antepasados”, señala.
En el cerebro, el miedo estimula la hipófisis y la glándula suprarrenal libera dos hormonas: noradrenalina y adrenalina, que a su vez agitan el corazón y la respiración.
El bolillo es bueno para calmar los malestares de un susto gracias a su gran cantidad de carbohidratos.
Este alimento inhibe la secreción de ácidos y nos ayuda a reponernos de un susto. Además, por ser masudo y tener la corteza dura nos obliga a masticar, lo cual nos distrae y aminora nuestros miedos”, dice Ortiz Olvera.
Por su parte, un verdadero mito es que un susto puede ocasionar diabetes.
Es mentira. Si alguien descubre que la padece tras haber vivido momentos de estrés es porque desde antes ya tenía un antecedente. Por ello, tras un sobresalto, los diabéticos pueden comer un pedazo de bolillo sin problema alguno, pues eso les ayuda a estabilizar el azúcar y a no marearse”, sostiene.
No obstante, el comer un bolillo para calmar un susto debe hacerse con cautela.
Se recomiendan únicamente tres bocados de pan, dadas las 180 kilocalorías que tiene.
El profesor Eduardo Calixto González, de la Facultad de Psicología de la UNAM, subraya que otras formas de calmar el miedo se basan en la compañía.
Abrazar a las personas genera certidumbre; tener la sensación de que vamos a estar bien y en compañía es mucho más fuerte y fisiológicamente estable que un pan, porque hace que el cerebro libere más oxitocina, la hormona del amor y el apego. Por lo tanto, un beso o un abrazo nos ayuda a atravesar las situaciones más difíciles. Eso no cambia la realidad, pero hace que nos recuperemos más rápido.”
Información de López-Dóriga Digital