Oaxaca de Juárez, 31 de octubre. Acaba de concluir la reunión anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, celebrada en Washington. Esta reunión ofrece una perspectiva global sobre las inversiones, y para México las noticias no son alentadoras. 
Por primera vez, la visión respecto a México ha pasado de ser positiva o neutral a ser pesimista. Los organismos internacionales y sus audiencias, incluidos inversionistas y agencias calificadoras, tienen una percepción sombría de la situación en el país. Entre 2022 y 2023, la perspectiva sobre México era positiva, incluso bajo el mandato de López Obrador, cuando apenas salíamos de la crisis por la pandemia de COVID-19. Sin embargo, esta visión se volvió neutral a principios de 2024 y, en esta reciente reunión, la perspectiva se ha deteriorado aún más.
A pesar de algunos problemas técnicos durante la transmisión, la reunión fue sumamente interesante, pero también desalentadora. A continuación, detallo seis puntos clave que contribuyeron a esta visión negativa sobre México.
Reforma judicial: Los inversionistas consideran que esta reforma representa un riesgo. No está clara ni para los mexicanos ni para los inversionistas extranjeros, lo que genera incertidumbre sobre sus alcances. Al no haber certeza jurídica, las inversiones se ven afectadas negativamente, y este factor fue uno de los que más impactó en la reunión.
Inseguridad y crimen organizado: La delincuencia está afectando a los negocios, especialmente a los pequeños y medianos, muchos de los cuales tienen inversión extranjera. El cobro de extorsiones, secuestros y la incapacidad para operar libremente han generado una percepción negativa a nivel global sobre México. Este problema fue destacado como uno de los más graves.
Déficit fiscal : Se estimó un déficit del 6% en los requerimientos financieros del sector público, una cifra preocupante. La expectativa es reducirlo al 3%, pero los inversionistas ven pocas posibilidades de que esto se logre. Esta situación también afectó la percepción económica.
Inflación : La inflación global es un problema que afecta a todos los países, pero México está entre los menos preparados para enfrentarlo. La persistencia de la inflación y el lento descenso de las tasas de interés están afectando los servicios y las inversiones en el país.
Relación con Estados Unidos: La relación bilateral entre México y Estados Unidos se ha enfriado, especialmente con las elecciones presidenciales en puerta. Temas como la migración, el tráfico de fentanilo y la renegociación del T-MEC generan incertidumbre. Además, hay dudas sobre cómo este acuerdo comercial será tratado, especialmente si Donald Trump o Kamala Harris ganan las elecciones, lo que genera más preocupaciones entre los inversionistas.
Pemex : Hay un gran escepticismo sobre la capacidad de Pemex, la petrolera más endeudada del mundo, para lidiar con sus problemas financieros y su elevada carga impositiva. No hay un plan claro para aumentar la producción ni para mejorar la situación financiera, lo que genera dudas sobre su viabilidad a largo plazo.
En conclusión, México enfrenta serios desafíos económicos y de inversión, y 2025 será un año crucial para la administración de Claudia Sheinbaum. El déficit fiscal y otros problemas estructurales tendrán un impacto directo en la economía y, lamentablemente, esto se sentirá en el bolsillo de los mexicanos, especialmente en la cuesta de enero de 2025.
Si bien existe una posibilidad de que se logren mejoras, la situación actual es preocupante.
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