Alejandro Leyva Aguilar
Oaxaca de Juárez, 13 de junio. Descabezaron a la sección 22 este fin de semana y con eso los presidenciables Aurelio Nuño Mayer y Miguel Ángel Osorio Chong, se colgaron sendas medallas en la contienda del 2018.
Sin embargo ¿qué tan descabezada está la Sección magisterial más belicosa de Latinoamérica?, me parece que eso no lo han medido del todo, aquellos que decidieron su descalabro.
Me explico: la sección 22 del SNTE, miembros generadores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), el ala más radical del magisterio mexicano y casi todos oaxaqueños, son una organización muy bien estructurada.
En Oaxaca la conocemos como el monstruo de mil cabezas porque le tumban una y le salen varias más. Está organizada por secciones sindicales y grupos de poder que tienen –o tenían antes de que el Estado recuperara la rectoría del IEEPO- injerencia en las plazas de profesores.
Un acuerdo tomado en una reunión con cualquier nivel de gobierno, se cumplía apenas minutos después de tomado, es decir, si el gobierno no cedía a una petición y la comisión negociadora de la CNTE decidía en ese momento bloquear una arteria vial, en 5 minutos esa vialidad estaba llena de profesores manifestándose.
Entiendo que todo eso lo debe tener medido SEGOB y don Miguel Ángel Osorio, sin embargo algo que no podemos soslayar en este asunto, es el respaldo popular, sobre todo de padres de familia, que el movimiento está generando en Chiapas y Michoacán –que no en Oaxaca-
Es un hecho innegable que el movimiento a nivel nacional, está descabezado. Sin la 22, la CNTE no es nada, pero no tardan en reagruparse y nombrar otra dirigencia sindical que pueda seguir con el llamado Movimiento Democrático de Trabajadores de la Educación en Oaxaca (MDTEO).
Sin embargo, los profesores que no quieren la presión de la 22 y que están dispuestos a asumir la Reforma Educativa, pueden imponerse en la elección de esa nueva dirigencia para evitar la radicalización de la protesta; si esa dirigencia sale de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), las manifestaciones que veremos no sólo serán agresivas, sino sangrientas.
En cambio, si un ala menos radical del magisterio obtiene los votos necesarios para que dirijan a buen puerto el movimiento magisterial, dentro del orden establecido por la Reforma Educativa, entonces Oaxaca y el país, serán libres de las manifestaciones de los profesores.
Es lejano que eso suceda pero es una oportunidad que el Gobierno Federal y el Gobierno entrante del candidato vencedor en las pasadas elecciones del 5 de junio Alejandro Murat Hinojosa, no deben dejar pasar.
La carga política de una acción como la del fin de semana pasado, recae en los gobiernos de Enrique Peña Nieto a nivel federal y de gabino cué –así, con minúsculas- en el estatal. Por tanto, el nuevo gobierno queda exento de esa responsabilidad y puede ser un excelente interlocutor y negociador entre los profesores oaxaqueños y la federación.
Alejandro Murat Hinojosa, gobernador electo de Oaxaca tiene una oportunidad de oro para destrabar el tema magisterial en Oaxaca y no debe desperdiciarla, sólo debe cuidarse de no pactar con delincuentes.

