Miércoles, 02 de Julio de 2014 19:38 Abel Santiago Abel Santiago
Oaxaca de Juárez, 2 de julio. En algunos estados de la República se ha pretendido reglamentar las manifestaciones, marchas y plantones, pero de inmediato han surgido las protestas con el pretexto de que se quiere limitar o suprimir la libertad de expresión, consagrada en nuestra Carta Magna, y lograda después de muchas luchas y sacrificios de héroes mexicanos. Parece que sólo en Puebla se logró esa reglamentación, aun cuando también hubo movimientos de oposición muy fuertes, pero al fin se impuso la razón del orden y el respeto a terceros perjudicados, o sea a toda la población afectada por esas muestras de descontento, que lamentablemente no se circunscriben a las instancias a las que se debe acudir para reclamar algún derecho o exigir de manera fundada y motivada el cumplimiento o acuerdo favorable a una petición justa, razonable y legal. En el mismo Distrito Federal la Asamblea Legislativa promovió esa reglamentación, pero no tuvo éxito por las grandes muestras de inconformidad, a pesar de que es la capital del país la más afectada por todo tipo de manifestaciones de todas las entidades federativas.
En Oaxaca se ha llegado a una situación insoportable, porque no hay día en que al menos una marcha, plantón o bloqueo no se realicen. A veces son varios los grupos de supuestos inconformes los que se manifiestan el mismo día, desquiciando totalmente la circulación vehicular y peatonal. El pueblo ya está cansado y exige que se reglamenten para que pueda tener un poco de tranquilidad, pero parece imposible porque ya se ha tomado como negocio toda manifestación. Hay líderes enriquecidos que viven muy bien de eso, porque el gobierno los ha mal acostumbrado entregándoles grandes cantidades de dinero como subsidio, y ahora no encuentra la manera de deshacerse de ellos. Lo fácil para él es seguir disponiendo del erario público para satisfacerlos, por eso cada día quieren más incrementando sus movimientos. Ni el gobernador, ni los legisladores, se atreven a tomar la iniciativa de un reglamento para las manifestaciones, porque el principio de autoridad se ha perdido y la complicidad sigue vigente.
Algo tan normal como la Reforma Educativa no se ha podido poner en vigor aquí por la falta de una ley estatal correspondiente, porque los legisladores no han sabido imponerse y siguen sometidos al violento magisterio, cuyas acciones ilegales ya han pasado a ser costumbre, sin que ninguna autoridad se atreva a aplicarle la ley. Este privilegiado sector sería el primero en hacer una revolución al primer intento de reglamentar las manifestaciones, porque de ninguna manera aceptaría que obstaculizaran su negocito. Pero el pueblo unido podría exigirlo, como una medida emergente para acabar con el desorden y la anarquía. No es cierto que con esto se limitaría la libertad de expresión, porque se refiere sólo a una forma de canalizar las inquietudes generales, de expresarse libremente, sin que esto implique acabar con las libertades de los demás, que es lo único que se reclama. La libertad de expresión no se basa en acabar con las libertades de otros, sino de juntos hacer uso de los derechos y obligaciones que nos marca nuestra ley suprema.
Nuevamente esta nefasta Sección 22 acaba de impedir la realización del foro educativo organizado por el Congreso local, previsto para el pasado lunes en Tuxtepec. Los supuestos mentores bloquearon accesos a la carretera Tuxtepec-Ciudad Alemán y la Casa de la Cultura donde se iba a efectuar el foro Diálogos por la Educación. Con esto siguen fracasando los ocho foros que el Poder Legislativo Estatal tenía previsto realizar para conocer la opinión de la sociedad oaxaqueña respecto de la reforma educativa y la situación por la que atraviesa en el estado el sistema educativo. No obstante el gobernador del estado declaró qué “a pesar de las diferencias entre la sección 22 del SNTE y los integrantes de la LXII Legislatura, habrá nueva ley estatal de educación, sin contravenir a la Constitución Federal”. Informó que esta nueva ley estará lista antes de que se inicie el próximo ciclo escolar, lo que no dijo fue que esta ley será a gusto y satisfacción de esa sección 22, que con toda libertad, junto con el gobierno del estado pudo realizar 37 foros educativos, mientras la Legislatura del estado no ha podido realizar los que tenía programados. Seguirá entonces imponiendo su voluntad y manejando a su libre albedrío la gubernatura del estado. Tal vez son las pequeñas diferencias a que se refiera el gobernador al referirse al magisterio y a los legisladores.
Otra oposición fuerte en contra de la reglamentación de las manifestaciones sería la del Frente Popular Revolucionario, clandestino en otros tiempos, pero ahora imponiendo su voluntad al gobierno del estado. La prueba de su poderío e impunidad es el crimen de lesa humanidad que acaba de cometer en el Palacio de Gobierno el lunes pasado, donde mantuvo secuestrados por más de una hora a alumnos de escuelas primarias y secundarias, diputados locales, funcionarios estatales y municipales y público en general, como medida de presión dizque por no ser atendidos en sus demandas. Los secuestrados habían asistido a la firma de adhesión del gobierno del estado a la iniciativa 10 por la Infancia. Ni los niños merecieron ninguna consideración ni respeto por parte de los delincuentes el Frente Popular Revolucionario, quienes llegaron a pie y en mototaxis, después de la manifestación que realizaron del mercado zonal Santa Rosa al Zócalo, donde cerraron las puertas del Palacio de Gobierno para evitar la salida de los que se encontraban participando en la ceremonia mencionada.
Los mencionados y todos los demás grupos de llamados “luchadores sociales”, estarían en contra de reglamentar las manifestaciones, pero el pueblo lo exige para recobrar su paz y tranquilidad. Sólo falta la iniciativa de algún grupo para enarbolar esta demanda, urgente y necesaria.