Oaxaca de Juárez, 18 de enero. Un estudio de la Universidad de Leicester y la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS) del Reino Unido determinó que las personas que se recuperaron de casos severos de COVID-19 corren un riesgo relevante de que su condición vuelva a deteriorarse pocos meses después.
La investigación, la primera a gran escala sobre personas dadas de alta, indica que mucho de los pacientes por coronavirus desarrollaron distintas secuelas: cardíacos, diabetes y afecciones crónicas del hígado y los riñones, entre ellas.
Según el trabajo, de las 47.780 personas que recibieron altas hospitalarias durante la primera ola de la pandemia en el país europeo, el 29,4 por ciento fueron readmitidas dentro de los 140 días. El trabajo, que todavía no ha sido evaluado por pares, también informó que el 12,3 por ciento del total murió.
El responsable del estudio, Kamlesh Khunti, dijo que ”la gente parece volver a casa, tener efectos a largo plazo, regresar y morir”. “Vemos que casi el 30 por ciento ha sido readmitido, y eso es mucha gente”, agregó. Khunti dijo que estos hallazgos exigen que se establezca un programa de monitoreo para aquellos que son dados de alta y que reciban tratamientos terapéuticos posteriores.
El nuevo estudio aún no ha sido revisado por pares, pero los expertos describieron el documento como “importante”.
Sobre aquellos que desarrollaron otras secuelas, expresó: “Hemos visto estudios en los que los sobrevivientes se han sometido a escáneres MRS y tienen problemas cardíacos y problemas hepáticos. “Estas personas requieren un seguimiento urgente y la necesidad de tomar aspirina y estatinas”, alertó Khunti.
Christina Pagel, directora de la unidad de investigación operativa clínica del University College de Londres, se refirió al estudio: “Este es un trabajo muy importante. El COVID es mucho más que la muerte.”.
Los síntomas que mencionan las personas eran dificultad para respirar, fatiga excesiva y dolores musculares, lo los dejaba con dificultades para recuperar la vida normal. lncluso, algunos pacientes dicen que han necesitado una silla de ruedas, mientras que otros afirman que ya no pueden subir las escaleras sin experimentar dolor en el pecho.