Miércoles, 06 de Agosto de 2014 12:50 Sarai Jiménez Justicia

Oaxaca de Juárez, Oaxaca. 6 de agosto. El secretario de Seguridad Pública, Alberto Esteva Salinas, aseguró que la policía estatal no intervino durante las agresiones realizadas por parte de los profesores de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en contra de las instalaciones del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y las oficinas de los legisladores también de extracción priísta el pasado 31 de julio para evitar una “guerra civil” en la colonia Reforma.
En conferencia, al término del Informe Mensual de Resultados del Programa Estatal de Prevención y Combate a la Inseguridad, en la que participó también el procurador de Justicia, Héctor Joaquín Carrillo Ruiz, el jefe policíaco afirmó que al no encontrarse ese día en la ciudad la información que tenía era escasa, por lo que después de analizar la situación tomó la determinación de que no se detuviera a los que destrozaron la sede del PRI Estatal y las oficinas de los diputados federales Eviel Pérez Magaña y Samuel Gurrión.
Agregó que sus primeras investigaciones han arrojado que esta situación derivó de un conflicto interno entre priístas procedentes de otra región de la entidad.
“Asumo la responsabilidad de esta decisión, pero no teníamos información completa sobre lo que estaba sucediendo, por eso preferí actuar con inteligencia y evitar una confrontación mayor, al hacer detenciones por parte de los manifestantes”, subrayó.
A pesar de que los maestros que causaron los destrozos estaban acompañados por integrantes del comité ejecutivo seccional, dijo que en ese momento no se logró la identificación de ninguna persona.
La nula intervención de la policía estatal para evitar estos daños la escudó al reiterar que se encontraba acompañando al gobernador Gabino Cué Monteagudo en una audiencia al interior de la entidad, por lo que no contaba con la información necesaria para actuar en contra de los responsables de estos daños.
Esteva Salinas expuso que una situación parecida se presentó durante la fiesta de Guelaguetza, ya que de haber retirado a los maestros que cerraron los accesos al cerro del Fortín se hubiera generado un enfrentamiento, ya que después de haberlos observado por las cámaras de video vigilancia por varias horas, comprobaron que los mentores cargaban bombas molotov, lo que pudo originar otra situación que prefirió evitar.