Oaxaca de Juárez, 23 de julio. Pocas personas sin intereses en la derrama de recursos del sector educativo pueden hallar argumentos serios para oponerse al rescate de la educación de los oaxaqueños, o sea relevar del control del servicio educativo a la Sección 22 (S22), habida cuenta de los pésimos resultados: Oaxaca en los últimos lugares de los indicadores de calidad educativa.
Desde hace unas semanas se anunciaba sotto voce un golpe de timón en el servicio educativo de la entidad. Pasaron tantos días que ya se dudaba de ello. ¿Cuál será el cálculo de desaparecer al IEEPO en plena Guelaguetza? ¿Creen que la S 22 será prudente cuando hay visitantes y turistas? Nada de eso, precisamente es lo que hace, acciones de mayor impacto posible. Pero nunca como ahora —agregamos aquí— el gobierno federal necesita, le urge un efecto de “caja china” para opacar aunque sea un poco el impacto de la fuga del Chapo Guzmán.
Si la gremial de 82 mil miembros logra mover hacia Oaxaca, digamos, a 5 mil de sus fieles, con eso tendrían para violentar, ahora más furiosos que nunca, y no sería buena estrategia esta acción de los gobiernos en plena fiesta, cuando quedan muchos días aún de vacaciones escolares. A menos que ya tengan controlados (¿billeteados?) no sólo a “Pelones” y “Pozoleros”, sino a todos los dirigentes seccionales y sectoriales de la geografía estatal, de corrientes y tribus que conforman la amplia estructura que sostiene al más grande grupo de poder de Oaxaca, la S 22. Esa estructura es la que debieron neutralizar más que atrincherarse en el edificio del IEEPO. ¿Y la guerrilla siempre solidaria con la gremial?
Por otra parte hay decenas de órdenes de aprehensión contra los más violentos dirigentes de la Sección, destaca María del Carmen López Vásquez, “La Jicayán” sempiterna líder de Valles Centrales, el mismísimo Rubén Núñez Ginés, Secretario General de la Sección, entre muchos otros. Esta estrategia podría descabezar el accionar magisterial… un rato. Otras veces se han logrado recomponer como cuando huyó de Oaxaca Rueda Pacheco, secretario general en 2006, y nombraron pronto a su sustituto.
Aquí el misil clave del Estado es la “abolición de la esclavitud” de la mayoría de profesores que estaban atados por su sindicato-patrón que los obligaba a marchar, suspender clases, “cooperar” so pena de ser castigados si no cumplían con su militancia sindical.
El poder de los dirigentes y sus esbirros sobre solitarios docentes ha sido brutal, son centenas los casos de despidos injustificados en la Junta de Conciliación y Arbitraje, dueños de las supervisiones, direcciones generales, jefaturas de departamentos, direcciones de escuelas, etc., han hecho y deshecho impunemente. Arrebatan plazas para venderlas cada vez más a la luz, todo en venta: horas, cambios de adscripción…
No son pocos, son miles los beneficiados por la S 22 con altos cargos, posiciones de poder, plazas, direcciones de escuelas, comisiones, “aviadurías”, quienes seguro pelearán por sus privilegios, pero ahora la gran mayoría de profes si aún desean ser borregos será por su voluntad, pues su ex patrón-sindicato ya no podrá castigarlos ni despedirlos.
Aunque falta ver que más hacen los dos erráticos gobiernos, el Federal de Peña y el estatal de Cué, en esta coyuntura histórica, ya sería una suerte que algo les saliera bien para iniciar algún beneficio en la educación de Oaxaca, pues falta mucho más. Ambos mandatarios en sus peores momentos, con gran desprestigio a cuestas. A Emilio Chuayffet le urge reivindicarse después de tantas pifias y vacilaciones; Osorio Chong necesita un acto de eficiencia cuando no son pocos quienes piden su renuncia al frente de la Secretaría de Gobernación. El estigma de la fuga del Chapo Guzmán es ominoso. Están más que obligados a ser eficientes ahora.
Desde hace años que trabajamos este tema, desde que era políticamente incorrecto criticar a la “combativa” Sección 22 (http://www.revistaenmarcha.com.mx/miscelanea/analisis/1399.html). No hace mucho anotamos que la gremial con su arrollador paso voraz, que había conseguido todo lo que se proponía ante la pusilanimidad de los gobiernos, sin reflexión, sin cambios de estrategia, basados en el daño permanente a niños y jóvenes, y a la población entera con sus eternos paros y bloqueos, ya sólo le quedaba caminar hacia el precipicio. Cuando se ha llegado tan alto irreflexivamente, la caída es inminente.