Se le acabó la suerte a la CNTE ¡Pierde con AMLO!
Alfredo Brena
Oaxaca de Juárez, 20 de mayo. La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), le ha pasado encima a varios Presidentes de la República, pero hoy su buena suerte la espalda le ha volteado. Midieron mal el asunto y les ganó la soberbia o acaso hoy se enfrentan a un presidente más mañoso que ellos. De entre ambas formas, se enfilan a una lucha estéril y a una derrota innecesaria.
En 1979 para contrarrestar al corruptísimo Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), controlado por el cacique Carlos Jonguitud y su Vanguardia Revolucionaria, el mismo gobierno alentó la creación de la CNTE. Para empezar, la CNTE, logró controlar la Sección 22 y de allí en adelante nunca detendrían la oposición activa contra el charro Jonguitud, en especial en Oaxaca, Chiapas y Morelos. Los conflictos llevarían a diversos enfrentamientos, y éstos al asesinato, en Oaxaca, en 1981, del líder disidente Misael Núñez Acosta; para entonces, la violencia en Oaxaca y Chiapas había aportado más de 100 muertos.
En 1989 desde principios de año los maestros de la CNTE y otros grupos magisteriales independientes habían iniciado grandes movilizaciones para obtener mejores salarios y una verdadera democracia sindical. Jonguitud estuvo en contra de ellos, naturalmente, pero no pudo contener las protestas de los maestros, quienes hicieron paros y manifestaciones impresionantes en todo el país. La SEP, encabezada por Manuel Bartlett, en abril, ofreció un aumento salarial del 10 por ciento, el cual fue aceptado por el SNTE pero rechazado por los disidentes, y éstos se fueron al paro el 17 de abril. Bartlett amenazó con despedir a los huelguistas. Como respuesta, éstos armaron una manifestación de más de 100 mil simpatizantes en el zócalo capitalino.
Carlos Salinas, el entonces presidente, consideró que si Jonguitud no podía controlar a la CNTE, entonces era el momento oportuno para deshacerse del viejo cacique, así es que el domingo 24 de abril de 1989, Salinas mandó llamar a Jonguitud a Los Pinos y éste, en menos de media hora, demudado, firmó la renuncia a todos sus cargos sindicales.
Fernando Gutiérrez Barrios, secretario de Gobernación, concentró en Bucareli a Refugio Araujo del Ángel, secretario general del SNTE, y lo hizo pedir una licencia limitada al cargo. En Bucareli también ungió como nueva lideresa a Elba Esther Gordillo, quien de trotskista había pasado a protegida de Jonguitud y luego a cacique de la Sección 36. En un ambiente helado y tenso, se llevó a cabo el XV congreso del SNTE y Elba Esther Gordillo tomó el control del sindicato. Nuevamente un cacique poderoso era removido desde arriba, pero en vez de impulsar la democracia interna de los sindicatos, el presidente impuso a un nuevo líder tan dúctil como el anterior.
Como era de esperarse esto no solucionó la huelga magisterial, y sólo hasta que se acercó el día del maestro, los disidentes aceptaron el ofrecimiento de una alza salarial del 25 por ciento y levantaron su movimiento. Este fue el primer gran nocaut que le propinó la CNTE a un presidente.
A lo largo del desfile de los presidentes: Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto. A todos les impuso sus condiciones la CNTE y particularmente la Sección 22 de Oaxaca. Pero hoy la suerte les ha cambiado.
El sistema político mexicano está ante una carencia de líderes (en todos los partidos), esa fue la razón del triunfo de AMLO el pasado 1º de julio. López Obrador estudió en la Facultad de Economía de la UNAM en Ciudad Universitaria, pero, nunca se destacó por ser un líder. Fue hasta que regresó a Tabasco y que le dieron la dirección del Instituto Nacional Indigenista (INI), puesto en el que estuvo durante seis años, donde aprendió el manejo de la gente, experiencia que a la postre lo convertiría en un líder popular, característica que puso en juego en su carrera política, hasta llegar a la Presidencia de la República. Cabe mencionar que en las tres elecciones presidenciales en las que participó, ¡nunca compitió contra ningún líder!, ¡nunca compitió contra nadie que tuviera experiencia en el manejo de masas! Y la CNTE hoy, por primera vez en su historia: se enfrenta contra un líder, contra alguien que conoce el manejo de masas.
El grado de aprobación popular de AMLO es muy alto, tiene mayoría en el Senado y en la Cámara. Y para este asunto de la Reforma Educativa, hasta la oposición iba con él. En resumidas cuentas, la CNTE no cuenta con ningún respaldo, y sus movilizaciones no van a tener apoyo político, ni popular.
Además, los líderes de la CNTE, no pudieron dilucidar, antes de lanzarse a la lucha, que el manejo de las plazas no se lo puede otorgar AMLO, porque también se lo tendría que otorgar al SNTE de “La Maestra”, con quien tiene una asignatura pendiente.
En lo referente al manejo del dinero, tampoco se pudieron dar cuenta los líderes de la CNTE, que el pleito no es contra ellos, sino contra los gobernadores de los estados. AMLO va por un centralismo salvaje durante su administración, y no puede permitir que los virreyes de los tres últimos sexenios, se le salgan del huacal, y que ellos manejen el millonario presupuesto de la educación.
Así que los líderes de la CNTE fueron miopes, por no ver que el pleito no era contra ellos. Y pecaron de soberbios, pensando que le podrán ganar a AMLO, con las mismas tácticas con las que doblegaron presidentes en sexenios anteriores.
Estamos viviendo el día 171 de la Era AMLO.
¡Suerte! y hasta el próximo De Análisis Político.
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ALFREDO BRENA
20 MAYO 2019