Oaxaca de Juárez, 15 de septiembre. Oaxaca es el estado de la república campeón en analfabetismo; como en muchos aspectos, en los negativos estamos en el primer lugar; en los positivos, en el último. Más del 15 por ciento de su población de más de 15 años de edad no sabe leer ni escribir.
Mientras en nuestras sociedades atrasadas persistan los bajos indicadores de desarrollo, falta de industria, de urbanización, de empleos, en suma la pobreza extrema, esto perdurará. También mientras investigadores sociales sin escrúpulos digan que la gente indígena pobre es feliz en su miseria con sus tradiciones y costumbres, estas rémoras de analfabetismo e ignorancia seguirán.
Aunque no sólo esos atrasos sostienen a Oaxaca en el primer lugar en analfabetismo, pues otra de las causas es la carencia de infraestructura educativa, de recursos económicos para los gastos de escolaridad en general, pero de manera destacada en nuestro medio, de la falta de profesores calificados, a lo que hay que añadirle la ausencia de éstos durante largas temporadas de las aulas, la percepción atinada de padres y estudiantes de que ese servicio educativo es deficiente y prescindible. Las necesidades de subsistencia dejan de lado fácilmente enviar a los hijos a esas escuelas problemáticas y deficientes.
Fomento al analfabetismo
Esta variable del tortuoso e ineficaz sistema educativo de Oaxaca fomenta el analfabetismo, nos tiene como los más ignorantes del país. Esta información es destacada por el medio Objetivo en Línea (http://www.objetivoenlinea.com/nacional/oaxaca-chiapas-y-guerrero-los-estados-con-mayor-analfabetismo/) con datos del Anexo Estadístico del Tercer Informe de Gobierno federal. El medio destaca los conflictos en la educación de los niños que propicia la Sección 22 y su anterior dominio del IEEPO.
“Dicha entidad federativa –dice en referencia a Oaxaca— se ubica en el primer lugar de analfabetismo, pues el 15.7 por ciento de su población no sabe ni leer ni escribir. Siendo las mujeres el sector menos favorecido, pues el 19.2 por ciento de ellas es analfabeta, contra el 11.7 por ciento de los hombres”.
No es poca cosa lo que el estado de Oaxaca pierde con la deficiente educación que padece desde hace medio siglo, porque esto no viene de hace 23 o 35 años, si bien ello se acentuó agudamente con el dominio total del Movimiento Democrático de Trabajadores de la Educación de Oaxaca (MDTEO) al conquistar la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y tener bajo su mando el IEEPO.
Sindicato-patrón, daño histórico
La dictadura de la S 22 sobre sus agremiados al ser sindicato y patrón nos afectó para siempre, tantos años de atraso nunca se habrán de recuperar. Claro que de esa situación es responsable principal el gobierno federal con la alegre colaboración del gobierno de Oaxaca. Quienes consintieron entregar en 1992 el dominio de la institución rectora de la educación de Oaxaca al gremio sindical, cuando éstos ni siquiera tenían la preparación para administrar ese servicio. Aunque esa dialéctica complicidad mal manejada por los incompetentes líderes de la S 22, limitados y ambiciosos, hizo crisis. Larga historia.
Parecía obvio que para intentar resolver el podrido problema educativo de Oaxaca era indispensable la conjunción de decisiones de los gobiernos federal y estatal. Lo cual también parecía muy difícil. Primero porque, precisamente, el gobierno federal se deshizo de parte de los problemas que le daba el sistema educativo “descentralizándola” a los estados; y segundo, esa medida benefició a los gobernantes de los estados quienes de pronto tuvieron en sus manos millonarios recursos federales con plazas, horas, proyectos, infraestructura, mucho en sus manos.
Por eso, en realidad los gobiernos de los estados no están felices de regresar esa administración de tantos millones de pesos a la federación, a pesar de lo tortuoso que era afrontar y negociar con el magisterio. Por eso la decisión fue del gobierno federal, recuperar para sí la autoridad en el sistema educativo y, de paso, los miles de millones.
Tan nada les gusta perder la administración del servicio educativo a los gobiernos estatales a pesar de los conflictos que les acarrea, que un director general del IEEPO del sexenio pasado, minimizando todos estos conflictos con la gremial, dijo con precisión: “Los maestros no dan problemas, dan dinero”.
Oaxaca, primeras batallas
Para quien piense que la cuestión educativa de Oaxaca está resuelta, no es así, son las primeras batallas. Ayer los más afectados por la pérdida del IEEPO lograron bloquear durante cinco horas los centros comerciales de la ciudad de Oaxaca y otras del interior del estado. Incluso ni necesitaron hacerlo ellos, pues los policías federales colocados en las puertas de dichas negociaciones lo hicieron, tanto que uno de los manifestantes gritó: “Ese apoyo si se ve”.
Cierto que hubo poca convocatoria a esas manifestaciones, pero eso ya se daba desde antes del decreto del “nuevo IEEPO” y la presencia policíaca. La guerra está en otra parte: La 22 aún controla la mayor parte del sistema educativo en la mayoría de escuelas de preescolar, primaria y secundaria, donde manda.
No reciben las órdenes, ni a nadie que envíe el “Nuevo IEEPO” con oficio de adscripción; sólo reciben a los enviados por el “Viejo IEEPO” donde mandaba la S 22, bajo un nuevo concepto: “Órdenes retroactivas”. Los aviadores siguen cobrando, están en proceso de investigación, dice la dirección del “nuevo IEEPO”. O sea, todo sigue igual. No sería remoto que se dé una negociación donde unos, los profes, se queden con sus privilegios a cambio de que dejen presumir al gobierno su simulación de reforma educativa. Al tiempo.
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