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Bahías de Huatulco, Oaxaca. 29 de junio. Debido a la construcción de complejos turísticos, hoteles, campos de golf, viviendas, estructuras de protección y presas, muchas playas en México corren el riesgo real de desaparecer, y de hecho existen varias que sufren ya un grado de erosión alarmante (como la que aparece en la imagen).
Así lo afirmó la doctora en biología e investigadora del Instituto de Ecología A.C., Patricia Moreno-Casasola Barceló, quien explicó que las playas se ubican justo en el borde entre cuatro grandes sistemas: el mar, la atmósfera, la tierra y el agua dulce; mientras que en la costa es el único lugar en el que se juntan estos cuatro sistemas.
Dijo que no sólo la infraestructura turística afecta a las playas, lo hacen también las presas, debido a que la arena que proviene de las rocas que se deshacen al bajar de los ríos, ocasiona que las playas tengan diferentes tipos de arena.
En el caso de los complejos turísticos, la especialista explicó que los ubican muy cerca de la orilla, en zonas donde todavía hay impacto durante marejadas del oleaje y tormentas, por lo que se crea una barrera que provoca erosión.
“Muchos de los desarrollos turísticos actuales son focos de erosión, y además construyen muelles y espigones buscando proteger la playa; eso altera el transporte de arena y produce más erosión”, sostuvo.
Moreno-Casasola Barceló aseguró que la erosión en las playas implica la eliminación del ecosistema, además, se pierden los servicios ambientales y la posibilidad de un desarrollo turístico sustentable.
“El principal servicio ambiental de estas es la protección de la zona costera, la cual perderíamos al no haber playas, y también desaparecerían los hábitats de muchas plantas y animales que son importantes”, advirtió.
La investigadora abundó que el límite para construir desarrollos turísticos debe ser atrás de lo que se llama primer cordón de duna.
“Las playas no se deben tocar, uno se debe de ir atrás del primer montículo que se forma al principio de las dunas. Mientras menos concreto haya cerca de la orilla, menos focos de erosión”, aseguró.
Ante la situación actual, la especialista mencionó que el tiempo de desaparición de las playas varía una de la otra, pues existen zonas donde en 50 años se perdió un kilómetro y en otras es más lento este proceso.
“Hay playas que están desapareciendo rápidamente porque, además de esos problemas, tenemos espigones que promueven la erosión. Estas son estructuras denominadas ‘de protección’, pero son en resguardo de la estructura ingenieril y de las propiedades que hay detrás (edificios u hoteles)”, expuso.
Mencionó que las zonas más vulnerables en México son Tabasco (una de cuyas playas aparece en la imagen), parte central de Veracruz, norte de Yucatán y Quintana Roo, debido a que son las zonas de playas más bajas en el Golfo de México y el Caribe.
“El desarrollo de puertos, por ejemplo en Chiapas, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz, ha traído una erosión extrema a sus alrededores”, resaltó.
En el caso de las playas que alimentan las autoridades de manera artificial para salvarlas, la especialista señaló que duran alrededor de cinco a seis años, por lo que no se logra repararlas por completo.
Refirió que la única solución de fondo es una estricta regulación en la construcción en estas zonas, pues a través de una buena planificación en los desarrollos sustentables se podría lograr un equilibrio y un rescate del ecosistema.
Jorge Castañeda es colaborador especial de ADN Sureste y
Director Editorial de foroambiental.com.mx
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(Con parte de información del Instituto de Ecología A.C.)
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