Alejandro Leyva Aguilar
Oaxaca de Juárez, 11 de abril. Por fin y en lo oscurito –algo que para nada es aplaudible- el Congreso de Oaxaca aprobó la Ley Educativa para el estado que armoniza la regulación local con la Reforma Educativa.
Sábado, casi madrugada de domingo, las y los diputados de las diferentes fracciones parlamentarias representadas en Oaxaca, aprobaron la Ley Estatal de Educación para darle paso de lleno a la Reforma Educativa que cuenta, evalúa, califica y capacita o rescinde el contrato a los profesores.
¿Es punitiva?, me parece que es necesaria. Los altos grados de marginación en muchas de las más de 12 mil comunidades de Oaxaca tiene que ver con la deficiente educación que reciben los niños no sólo de la capital del estado sino de las poblaciones más apartadas donde los profesores llegan un martes y se van un jueves.
Escuché alguna vez al gobernador Gabino Cué decir que la pobreza en Oaxaca es “endémica” y me parece que eso es cierto en gran medida porque endémica también es la educación o la falta de ella.
En ningún estado de la República, la rectoría educativa está a cargo de la sección sindical magisterial, excepto en Oaxaca; en ninguna entidad, la fortaleza económica y organizativa de una sección sindical magisterial, pone de rodillas a un gobierno, incluso al federal, excepto en Oaxaca.
Por eso era urgente y necesario que el Gobierno Federal actuara de manera contundente en contra de una horda de rufianes que hicieron de la educación, un botín y que se lo repartían sin el menor pudor, muchas veces ante la complacencia y complicidad de las autoridades oaxaqueñas.
Entonces qué bueno que el Congreso Local de Oaxaca se puso los pantalones y, aunque sea en lo oscurito, armonizó la ley educativa para el estado, con la Reforma Educativa porque quienes saldrán ganando con esa iniciativa, representan el futuro de Oaxaca que son sus niños y jóvenes.
Más allá de recuperar para el estado la rectoría de la educación, la decisión de los diputados recuperó algo invaluable para Oaxaca: la gobernabilidad.
Gabino Cué va de salida –gracias a Dios dijeran algunos- pero quien llegue a gobernar Oaxaca se habrá quitado un lastre de encima y muchos, miles, quizá millones de pesos volverán a entrar a las arcas del estado para invertirlos en infraestructura para el desarrollo como escuelas, hospitales, carreteras, fábricas, turismo, etc.
Ese agujero sin fondo que era la sección 22 para el erario oaxaqueño, habrá quedado taponeado con la Reforma Educativa porque desde ya, desde que el Gobierno Federal recuperó el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca, el monstruo de mil cabezas comenzó a morir y hoy la dirigencia sindical está compuesta de unos cuántos trasnochados del comunismo, marxistas despistados que no saben que don Carlos está muerto y enterrado.
Con la sección 22 aplastada y con recursos suficientes por el orden de los 80 mil millones de pesos de presupuesto para Oaxaca, cualquiera que gane el gobierno el 5 de junio, seguro estoy que podrá cumplir sus compromisos de campaña y más seguro estoy de que si es del PRI, tendrá todo el respaldo y el apoyo del Gobierno Federal.
Y dígame si no es importante la aprobación de la ley educativa en Oaxaca si tomamos en cuenta lo que un premio Pulitzer de Periodismo dice al respecto del desarrollo económico en países depauperados de América Latina en el prólogo de su libro “Innovar o Morir”
Andrés Oppenheimer afirma:
“… estamos viviendo en la época de la economía global del conocimiento, donde las naciones que más crecen –y que más reducen la pobreza- son las que producen innovaciones tecnológicas. Hoy en día la prosperidad de los países depende cada vez menos de sus recursos naturales Y CADA VEZ MÁS DE SUS SISTEMAS EDUCATIVOS, sus científicos y sus innovadores. Los países más exitosos, no son los que tienen más petróleo, o más reservas de agua, o más cobre o soja, sino los que desarrollan las mejores MENTES y exportan los productos con mayor valor agregado. Un programa de computadora exitoso, o un nuevo medicamento o un diseño de ropa novedoso valen más que toneladas de materias primas.”
Juzgue usted ahora si es importante o no la educación.
@leyvaguilar