Oaxaca de Juárez, 11 de febrero. Históricamente los hombres no han compartido por igual con las mujeres la responsabilidad de la regulación de la fertilidad.
La píldora anticonceptiva femenina ha ayudado a millones de mujeres a controlar su fertilidad y salud reproductiva desde que estuvo disponible en 1961. Sin embargo, aún no se ha desarrollado completamente un equivalente masculino.
Esfuerzos de planificación familiar
Si bien los esfuerzos de planificación familiar se han dirigido casi exclusivamente a las mujeres, la falta de participación masculina en la regulación de la natalidad refleja, al menos en parte, las limitadas opciones disponibles para los hombres: condones o vasectomía.
La idea de crear un anticonceptivo masculino ha existido casi tanto como el anticonceptivo femenino. En teoría, apuntar a la producción de esperma debería ser un proceso simple, ya que se cuenta con un buen entendimiento de la biología de la producción de esperma y cómo los espermatozoides nadan hacia el óvulo.
No obstante, los estudios destinados a desarrollar una píldora masculina efectiva han sido perseguidos por problemas como los efectos secundarios entre los que se incluye acné, trastornos del estado de ánimo y aumento de la libido.
Sin embargo, muchas personas pueden ver estos efectos secundarios como relativamente menores en comparación con los que sufren las mujeres que toman la píldora, que incluyen ansiedad, aumento de peso, náuseas, dolores de cabeza, disminución de la libido y coágulos sanguíneos.
Los anticonceptivos masculinos han estado en desarrollo durante al menos 50 años. Sin embargo, el impulso para llevar un anticonceptivo masculino al mercado se ha estancado por dos razones principales.
Primero, existe un pesimismo general de los hombres hacia tomar una píldora anticonceptiva, y en segundo lugar, el éxito global de la píldora femenina ofrece pocos incentivos para que la industria farmacéutica invierta en una píldora masculina.
Enfoques emergentes
A pesar de estos contratiempos, se está creando una nueva forma sobre la anticoncepción masculina y la participación activa de los hombres en el control de natalidad que fundamenta el desarrollo de opciones viables a este fin.
La llamada píldora de sábanas limpias, una alternativa de contracepción masculina que evita la liberación de esperma, es un enfoque promisorio que ha tenido buenos resultados en las pruebas con animales, aunque la versión para uso humano aún tiene un largo camino por recorrer, por lo que su disponibilidad se estima en unos 10 años.
Otra alternativa de contracepción masculina que más entusiasmo ha generado es el Vasalgel, un polímero que se inyecta en el conducto deferente, el canal que transporta los espermatozoides desde los testículos, el cual permite el movimiento del fluido, pero detiene el paso de los espermatozoides.
Un veneno mortal para detener el corazón puede no sonar como un buen punto de partida para un nuevo anticonceptivo masculino. Sin embargo, los investigadores han demostrado en ratas que un compuesto tóxico llamado oubaína puede usarse para ralentizar la motilidad (capacidad de nadar) de los espermatozoides sin ser tóxicos para el corazón.
Si bien la investigación en anticonceptivos masculinos ha estado en curso durante casi 50 años, todavía parece que estamos al menos a 5 o 10 años de distancia de contar con una nueva opción de contracepción masculina realmente efectiva, un paso que ofrecería la oportunidad de equilibrar la responsabilidad del control de natalidad.
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Referencias:
Contraceptive Justice: Why We Need a Male Pill. Medicine and Society, 2012. https://doi.org/10.1001/virtualmentor.2012.14.2.msoc1-1202
Factors that determine prevalence of use of contraceptive methods for men. Studies in Familiy Planning, 1993. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/8511809