Excélsior
Ciudad de México, 16 de diciembre. El secretario de Asuntos Jurídicos de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), Feliz Pérez Lobato, dio a conocer que las 22 normalistas, acusadas del delito de privación ilegal de la libertad, podrían ser liberadas en breve.
Las estudiantes fueron trasladadas desde el Centro Federal de Readaptación Social número 16 Femenil, de Coatlán del Río en el estado de Morelos, hasta el Cereso “David Franco Rodríguez”, para enfrentar el nuevo proceso penal por privación ilegal de la libertad de los choferes de los autobuses retenidos, que a juicio de Félix Pérez Lobato, secretario de Asuntos Jurídicos de la CNTE, no hay elementos probatorios de una retención real.
“Primero el proceso, ya las muchachas están aquí, por el delito del fuero común (…), los elementos que presentamos, ya las muchachas salen en libertad sin ninguna dificultad”, declaró Pérez Lobato.
En cuanto a los 30 normalistas varones que se encuentran detenidos en el Centro Federal de Readaptación Social número 11 de Hermosillo en Sonora, y a quienes se les dictó el auto de formal prisión por el delito de violación a la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, el secretario de Asuntos Jurídicos aclaró que se apeló.
“De los 30 muchachos nosotros ya metimos la apelación, estamos trabajando el amparo y estamos planteando dos rutas, una por los argumentos que se dieron en Cuernavaca, Morelos, puedan servir de alegatos para que el juez del estado de Sonora, bueno de Hermosillo pueda revisar y que sean elementos suficientes para que pueda decretar la libertad”, agregó.
El dirigente de la CNTE, Juan José Ortega Madrigal, insistió en que las 30 órdenes de aprehensión contra los líderes de este gremio se podrían cumplimentar con fines políticos.
“Eso es lo que digo que es delito, que las usen cuando les convienen y que no las echen a andar cuando las conocen, eso es una aberración, son igual de delincuentes entonces que todos los que tenemos orden de aprehensión”, mencionó.
Ortega Madrigal desestimó que sean creíbles las órdenes de aprehensión contra los líderes, toda vez que aún no se ha cumplimentado una sola.
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