Oaxaca de Juárez, 12 de marzo. Un accidente en motocicleta dejó al agente de la policía Pablo Eduardo Ramírez en estado de coma durante seis días. Lo tuvieron que operar en 27 ocasiones para salvarle la vida.
El día en que cumplía 21 años le amputaron una pierna… sin embargo, ahora, cuatro años después, ese joven es un ejemplo en la policía: imparte acondicionamiento físico a sus compañeros, da pláticas motivacionales, es director de área y se alista para formar parte del equipo de atletas paralímpicos que representa a México.
Pablo Eduardo Ramírez Lemus tiene 25 años de edad, es el agente 915448 de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de la Ciudad de México.
Siempre fue apasionado de la velocidad y de las motos. Por eso cuando cumplió 20 años entró al equipo de motopatrulleros de la corporación. Una tarde de agosto de 2012, al regresar a su casa, se accidentó. Un auto lo golpeó en su moto y él ya no supo qué más pasó.
Paramédicos y grupos de rescate lo levantaron y lo llevaron a un hospital. Su moto se partió a la mitad. Cuando él despertó ya estaba hospitalizado, conectado a decenas de cables.
Al principio todo parecía ir bien. En el hospital de Traumatología de Lomas Verdes lo atendieron y le colocaron algunos aparatos. Sin embargo, después las cosas se complicaron y él cayó en coma.
“Si usted es religioso ruéguele a Dios por su vida, porque ya no hay nada qué hacer. Tiene la arteria femoral muy lastimada Y está desangrándose. Le haremos una transfusión a ver si la acepta. Por el tiempo que estuvo en coma puede morir y pues ya habría que desconectarlo”, le dijeron los médicos a su padre.
Pero su cuerpo resistió esa trasfusión. Durante seis meses Pablo Eduardo estuvo en diferentes hospitales luchando por su vida.
El 29 de noviembre, era su cumpleaños. Y ese día los médicos le dieron la noticia: si quería vivir, debían amputarle la pierna izquierda.
“Yo les dije: lo que quiero es vivir y ya irme de aquí”, recuerda ahora. Y sigue: “lo vi como un desafío para darme cuenta de lo que era capaz… y yo soy capaz de enfrentar esto y seguir”.
Primero en muletas y sin pierna. Así fue como regresó a trabajar a su cuartel de la policía. Desde el Estado de México hasta el Centro histórico a diario subía a dos camiones, luego al Metro y finalmente caminaba para llegar a su trabajo.
Al poco tiempo el Consejo Ciudadano y la Secretaría de Seguridad Pública lo ayudaron a comprar una prótesis. Poco a poco aprendió a usarla, a acostumbrarse a ella.
Ahora, con esa prótesis es ejemplo de sus compañeros y encargado de administrar la información de decenas de áreas de la SSP.
Cuando no está trabajando está entrenando, dando pláticas a los agentes de la SSP o acondicionamiento físico a sus compañeros.
“En mi rehabilitación aprendí muchas cosas y ahora trato de compartirlas con todos mis compañeros”, cuenta el agente policiaco.
Pablo Eduardo Ramírez Lemus entrena a diario para correr. Tiene ya una prótesis especial para ello. Se sabe a la perfección los tiempos de velocidad de los atletas paralímpicos a nivel mundial y trabaja para llegar a alcanzarlos.
Espera en poco tiempo integrarse a las filas de la selección nacional.
Logros y metas
- Imparte acondicionamiento físico a sus compañeros.
- Da pláticas motivacionales.
- Es director de área.
- Se prepara para formar parte del equipo de atletas paralímpicos de México.