Saraí Jiménez
Oaxaca de Juárez, 27 de marzo. En pleno inicio del periodo vacacional de Semana Santa, el Centro Histórico de la ciudad de Oaxaca, catalogado como Patrimonio Cultural por la Organización de las Ciudades Patrimonio, se ha convertido en un excusado, ya que en cualquier esquina por donde se camina se percibe un mal olor a orines y excremento.
Desde la llegada de los vendedores ambulantes al Zócalo de la a ciudad, el servicio de limpia no ha podido ingresar al primer cuadro de la capital, lo que ha generado la acumulación de desechos y mal olor en las jardineras.
Además, cada vez que llegan los profesores de la región de Valles Centrales de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), a relevar el plantón rotativo que mantienen desde hace ocho meses en este lugar, cierran las calles aledañas al primer cuadro, lo que imposibilita aun más la limpieza de arterias como Hidalgo, Armenta y López, Guerrero y Bustamante, generando el mal olor en estas calles.
A pesar de la suciedad que se percibe, los maestros han argumentado que no se retirarán hasta lograr respuestas a sus demandas, entre estas, la aprobación de su iniciativa que presentaron ante el Congreso local para la aprobación de la Ley Estatal de Educación Pública de Oaxaca.