Oaxaca de Juárez, 12 de enero. Eviel Pérez Magaña camina como candidato, se placea, se toma la foto, sí, pero al estilo del viejo PRI. Hay muchas justificantes para la derrota del 2010. ¿Que el PRI obtuvo una votación histórica? Cierto, Pero no fue suficiente para superar la votación que llevó al triunfo a la coalición.
En esa elección Eviel Pérez dispuso de todo el apoyo del gobernador en turno Ulises Ruiz (Gobernador de Oaxaca 2004-2010), todo el apoyo del estado, todo el apoyo de las dependencias, ríos de dinero… ¿entonces qué pasó?
La campaña de Eviel fue a la vieja usanza del PRI oaxaqueño, sin imaginación, se dedicaron a hacer los tradicionales actos masivos, queriendo con esto mostrar el músculo. Ese músculo priista que tan buenos resultados les dio en el pasado remoto.
Pero que en ese 2010 no bastó para contrarrestar el voto de rencor al PRI y la esperanza de elegir un gobernador que llevara al banquillo de los acusados a los voraces últimos gobernadores de Oaxaca (Ulises y Murat).
Así que con un PRI que nunca tuvo la intención de buscar el voto ciudadano, pensando que, como en los viejos tiempos, bastaba con el voto duro. Fueron derrotados por el voto de una ciudadanía “con sed de justicia” (palabras de Colosio). Todos los actos del PRI oaxaqueño tienden a refrendar su compromiso priista, a sus eventos acuden priistas y sólo priistas, por lo tanto, así como comienzan una campaña así la acaban: con su voto duro únicamente.
Eviel parece que lleva el mismo camino en esta elección 2016, parece que está repitiendo la campaña de 2010. Y lo que es peor, el escenario ha cambiado.
En el 2016, en la elección a Gobernador del Estado de Oaxaca, el del dinero va a ser el candidato del PAN-PRD, y no veo cómo va a nivelar la balanza económica el que sea candidato del PRI. Tomemos en cuenta la diputación federal de José Antonio Estefan Garfias, esa candidatura, se la compró Gabino Cué a Los Chuchos por 20 millones de pesos, pero no solamente eso, con otros 100 millones de pesos, el gobernador Gabino Cué se hizo de una corriente (léase tribu), en el PRD. Sí así como lo lee: el gobernador Gabino Cué es propietario de una corriente en el PRD. Y en esa elección intermedia federal del 2015 por el distrito de Tehuantepec, Garfias contó con todo el apoyo del gobierno de Gabino Cué, ríos de dinero repartidos. Ahí está la inversión de la espantosa deuda de Oaxaca. El dinero compra conciencias y aunque el operador por parte del PRI fue Germán Espinoza; Estefan Garfias ganó la elección.
Todos los aspirantes, de los diferentes partidos y frentes políticos dicen, que ellos son los buenos. Dentro del PRI los diferentes aspirantes se sienten alegres y confiados, pero hay diferentes posiciones y circunstancias, luego entonces, tenemos una división: los posibles y los probables.
No es lo mismo ser senador que ser director de una paraestatal. A un director de paraestatal lo puede dar de baja el Presidente en cualquier momento, a un senador no.
Estamos en un país donde, un mes después de que tomara posesión como presidente Enrique Peña Nieto, el PRI, todavía con la bandera flameando, cambió su declaración de principios, virando de la izquierda a la derecha y acabando con cualquier vestigio de democracia partidista, al declarar que se supeditaban a la voluntad del Presidente de la República en todas las decisiones. Y declaró que aunque esto se pudiera interpretar como antidemocrático, simplemente, así les funcionaba a ellos.
En un país como México, en que los partidos políticos se doblan en un Pacto por México. En que el presidente Peña Nieto designa como responsable de la Procuraduría General de la República, a una señora, que aunque tiene título de abogado, nunca ha litigado. Donde el mismísimo Peña Nieto, designa ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), como Medina Mora (sin el perfil adecuado). Y en todos los casos, avalado o ratificado por un Senado, también doblegado a los intereses presidenciales. Con unos diputados federales (500) maiceados con 20 millones de pesos cada uno. Ese es México.
Bueno pues estando así las cosas, la designación del candidato del PRI a la gubernatura oaxaqueña: va a ser una decisión caprichosa del presidente Enrique Peña Nieto. Y siendo capricho, le da vuelo a la especulación. Hay quienes aseguran que la designación del candidato del PRI no pasa de la tercera semana de enero, pero siendo realistas, no tiene Peña Nieto tanta prisa, o sea que podemos estar más de acuerdo con la parte más conservadora, que prevé la decisión para fines de febrero.
Los tiempos marcan las renuncias o las licencias para los pretensos candidatos, el 4 de diciembre para funcionarios públicos, y para otros como diputados, senadores, presidentes municipales el 6 de marzo. Hay a quienes el ansia les ha ganado como a José Antonio Estefan Garfias, que con sólo tres meses de diputado federal ya pidió licencia. O Eviel Pérez Magaña que también está de licencia de su cargo de senador. Alejandro Murat estuvo en lo correcto, como funcionario público tenía que renunciar el 4 de diciembre. Otro candidato que se definió el 4 de diciembre fue Héctor Pablo Ramírez Puga, aunque este por la negativa, ya que al continuar en la dirección de Liconsa, clausura su posibilidad de contender por lo gubernatura oaxaqueña este 5 de junio.
Finalmente tenemos a alguien agazapado que no puede ser descartado, el presidente municipal de Oaxaca de Juárez. Javier Villacaña ha hecho obra durante los dos años que lleva en el ejercicio de presidente municipal, eso es innegable. Tal vez esa fue su estrategia desde el principio, y ha hecho obra como es su función, porque a los legisladores, a esos deberían darles vergüenza decir que han hecho obra, ellos están para legislar, no para hacer obra. Además lleva Villacaña otra ventaja, no se ha publicitado, y eso también hay que evaluarlo, porque si su deseo es contender por la gubernatura, en cuanto se publicite, su despegue en las encuestas será vertical y así puede ser figura, en la caprichosa decisión del priista mayor Enrique Peña Nieto.
En fin, algo está claro, la designación del candidato del PRI será capricho del presidente Peña Nieto y la designación de los candidatos de “la oposición” o “del cambio”, esa será decisión del gobernador Gabino Cué, restando solamente la decisión de Andrés Manuel López Obrador para la designación del candidato del partido político MORENA.
Estamos a 145 días de elegir Gobernador en Oaxaca.
¡Suerte! y hasta el próximo sábado
De Análisis Político.
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