Fernanda Cardoso
Oaxaca de Juárez, 31 de mayo. Como lo prometido es deuda y en los albores de la luna de miel entre Cuba y Estados Unidos, este viernes 29 de mayo el departamento de Estado eliminó a Cuba como uno de los países que apoyan al terrorismo. Esta medida sin duda es uno de los tantos pasos a dar para el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre estos dos Estados.
Desde diciembre ambos países han mantenido largas negociaciones para restablecer sus relaciones y una de las principales condiciones de Cuba era precisamente su eliminación de la lista de patrocinadores del terrorismo. Sin embargo, la inclusión de este país dentro de esta categoría no resulta sólo de las tensas relaciones que Estados Unidos mantiene con la isla, sino del apoyo que la URSS por medio de Cuba brindaba a los movimientos armados latinoamericanos en la década de los setenta y ochenta, con el fin de establecer una influencia en la región.
Aunado a lo anterior, la falta de un concepto claro de lo que para Estados Unidos significa ser terrorista, Cuba cargó durante casi tres décadas con la fama y el desprestigio de apoyar terroristas. No obstante, no fue sino hasta los ataques del 11 de septiembre con la “NSS” o Estrategia de Seguridad Nacional emprendida por Bush, que estos países tuvieron un segundo aire de desprestigio.
Así pues, hoy el concepto de “terrorista” es muy ambiguo al tiempo que el concepto de “país patrocinador del terrorismo” lo es aún más. Sería prudente ponernos a reflexionar entonces quién es terrorista para Estados Unidos ¿ISISI, la insurgencia en Chechenia, el Frente Sandinista, las FARC?¿Quiénes y cuáles son las verdaderas amenazas a la seguridad estadounidense? Claro está que sea cual sea la respuesta este breve romance entre Cuba y Estados Unidos ha permitido que el primero sea mejor visto ante la comunidad internacional y que Estados Unidos luego de un “arriesgado” movimiento adquiera poder moral facilitando las relaciones con Cuba.
No estaría mal revisar el estatus que tienen países como Rusia o Irán ante Estados Unidos y la razón por la cual este último deja fuera a países como Francia que comprometen la integridad de pueblos enteros en países como Niger al promover políticas de odio por parte de “Areva”, aunque claro está que cuando se es aliado de los correctos nunca se será “terrorista”.