Oaxaca de Juárez, 6 de abril. Después del escándalo de los denominados “Panama Papers” muchos estuvieron a la expectativa de cuáles serían los nombres que se muestran en la lista. Si bien, no deja de ser material de investigación y divulgación, las infiltraciones distan mucho de ser un trabajo periodístico dado que tener sociedades offshore no es un delito y poco sabemos de las personas que han utilizado estas mismas con fines fraudulentos.
Lo que vale la pena resaltar del caso es que, si bien las sociedades offshore no se conducen en la ilegalidad si están opuestas a lo que los idearios socialistas proponen como manejo de política pública y transparencia por tanto debería sorprendernos el hecho de que “Venezuela” aparezca unas 241,000 ocasiones dentro de los documentos. Al tiempo que, entre los próceres de la nueva ola socialista latinoamericana se encuentran Hugo Chávez así como Cristina Fernández, mientas que Ecuador al mando del presidente Correa es el noveno país más nombrado en los documentos.
Gracioso resulta el hecho de que son pocas las facciones socialistas alrededor de América Latina que se han tardado en deslindarse del escándalo, dado que los nombres antes mencionados se relacionan no sólo con miembros del crimen organizado sino con grandes firmas empresariales. Al final del día caemos en la cuenta que casi todos los mesías socialistas utilizan más la demagogia y el proselitismo para salvaguardar un discurso ya casi muerto.
Nicolás Maduro ha dejado a su paso un país empobrecido, con desempleo y desabasto. Por su parte, los doce años de los Kirchner dejaron una deuda casi impagable con los fondos buitres. La realidad es que pocos son los políticos que han hecho del socialismo latinoamericano una forma de vida y lo han utilizado como franquicia para prebendas y compra de votos.
Cierto es que el socialismo como teoría política es bastante rico y tiene mucho que ofrecer más en una región como América Latina. Lamentablemente, en la actualidad me atrevo a mencionar que no hay un solo político de izquierda que anteponga los intereses del pueblo sobre los propios y han dado pie a una serie de corruptelas que han opacado en desarrollo de la región y de países ricos en recursos naturales.