Oaxaca de Juárez, 12 de julio. El confinamiento en el hogar para evitar la propagación del COVID-19, trajo consigo obesidad y sobrepeso en infantes y adolescentes y, aunque todavía es muy temprano para determinar de qué tamaño es la afectación para este segmento de la población, la estimación es que en promedio en estos meses de encierro en el hogar, han incrementado su peso por lo menos entre tres y cuatro kilogramos.
Así lo estableció la doctora Mercedes Beatriz Medina Aguilar, endocrinóloga pediatra y miembro de la Sociedad Mexicana de Diabetes de Mérida, quien en entrevista con Crónica enfatizó que sí se ha estado observando cierta tendencia en los últimos tres meses de ganancia de peso en niños hasta los 11 años, así como en adolescentes por todo este asunto del confinamiento que llevó a millones de familias a modificar por completo sus actividades habituales, en los infantes suspensión de clases así como prácticamente nula actividad física.
En datos preliminares, “te puedo decir que los niños están subiendo alrededor de un kilo por mes, están llegando a la consulta con 3 o 4 kilos de más, que no tendría por qué estar pasando”, precisó.
“Al no poder salir a la calle y no hacer actividades cotidianas se ha comenzado a registrar un incremento de peso en niños y adolescentes, que ya de por sí es un problema de salud pública muy grande, el cual ya lo teníamos previo a todo este asunto del coronavirus, y comenzará a observarse que se volverá en un problema médico muy importante en la población pediátrica”, estableció.
Ante la falta o en algunos casos nula actividad física, el excesivo sedentarismo frente a tabletas, computadoras, teléfonos celulares, es un problema muy importante ante el cual el llamado es a que los papás como responsables del sano crecimiento y desarrollo de sus hijos motiven a los menores a hacer algún tipo de actividad física, así como establecerles horarios y rutinas, bien definidos, que se respeten y se hagan todos los días.
“Porque si los dejamos a que ellos solitos lo hagan, nos van a ganar y no van a hacer nada. Los más pequeñitos requieren del acompañamiento de papá o mamá para poder tener una buena rutina, que se sientan acompañados y reciban orientación de cómo hacer sus ejercicios”.
PREOCUPANTE OBESIDAD INFANTIL
La doctora Mercedes Medina Aguilar refirió que datos de la Encuesta Nacional de Salud (ENSANUT) del 2018, señalan que 35.6 por ciento de los niños en etapa escolar de 5 a 11 años, tienen problemas de sobrepeso y obesidad, lo cual se convierte en un problema a importante para esta población pediátrica, y para el caso de los adolescentes que tienen entre 12 y 19 años, la prevalencia de sobrepeso y obesidad es de 35.8 por ciento.
“Yo te puedo decir que de mi consulta un 30 por ciento de los niños que acuden a verme tienen incremento de peso, en estos cuatro meses de confinamiento, de abril a la fecha”, sin embargo, puntualizó, “hay que reconocer que no toda la culpa es del COVID, ya que previo a toda esta situación del confinamiento, ya teníamos una situación de salud importante en este sentido.
Recordó que esta situación de sobrepeso y obesidad es urgente atenderla en todos los segmentos de la población, ya que 75.2 por ciento de las personas mayores de 20 años tiene esta condición, lo cual son cifras muy alarmantes.
CHECAR EL IMC EN NUESTROS HIJOS
El sobrepeso en un niño está en función de su peso y su talla, lo que se conoce como el Indice de Masa Corporal, a través del cual se determina si una persona tiene sobrepeso u obesidad.
El IMC se obtiene de dividir el peso de la persona entre la talla al cuadrado, da un valor que se compara en una tabla de valores, “si el niño, niña o el adolescente está arriba del percentil 85 tiene sobrepeso, si está por arriba del 95 ya es obesidad y en ambos casos lo más recomendable es recurrir a apoyo médico.
A modo de orientación, la doctora Medina Aguilar precisó que en la etapa escolar cuando los niños no están creciendo tanto, -que no están teniendo el estirón de la pubertad-, el incremento de peso es de entre 4 a 5 kilos por año “y lo que estamos viendo ahorita es que están incrementando un kilo por mes, es decir que lo que tenían que aumentar en un año, prácticamente ya se lo echaron en cuatro meses, de abril a junio”.
AUMENTO DE PESO UN KILO POR MES
En la etapa de pubertad, abundó, la situación es un poco más complicada, porque los chicos de por sí suben de peso, debido a que están teniendo un pico máximo de crecimiento, por ejemplo: en la adolescencia los y las jóvenes crecen alrededor de 12 centímetros en un año, pero igual suben alrededor de 10 kilogramos en ese mismo periodo, y eso no tiene ninguna repercusión, porque está muy acorde a su ritmo de crecimiento, no pasa nada si suben 10 kilos y si crecieron 10 centímetros, pero en la etapa escolar sólo crecen entre 4 y 6 centímetros en un año y se espera que aumenten alrededor de 5 kilos en ese año y ahorita al menos están entre 700 gramos y un kilogramo por mes.
La alerta, añadió la endocrinóloga pediatra, es que este confinamiento podría prolongarse todavía un poco más “resta lo que le falta de julio, pero si somos realistas muchas escuelas en agosto o septiembre empezarán modalidades en línea, dependiendo de la situación en cada entidad federativa, pero ahorita gran parte del país está en semáforo rojo y siguen suspendidas muchas actividades como parques, jardines, deportivos, albercas”.
La alternativa es establecer horarios para levantarse, para dormir porque ahorita están durmiendo muy tarde y levantándose tarde “lo recomendables es que no sigan dormidos después de las 9 de la mañana y vayan a dormir temprano”, para comenzar a ajustar nuevamente ese desfase en el ciclo sueño-vigilia y hacer lo mismo con los horarios de alimentación y evitar la comida chatarra.
Lo más recomendable es hacer ejercicio aeróbico en casa, por lo menos una hora a la semana, y eventualmente ir ajustando los tiempos para poder hacer de manera ideal media hora o quizá una hora diaria, mientras que para los más pequeñitos, los juegos deben ser lúdicos. En cuanto a rutinas, en Internet se pueden encontrar muchos tutoriales desde calentamientos, estiramiento y diversas rutinas.
PADRES GORDOS: NIÑOS GORDOS
Es de suma importancia, indicó la especialista, tomar en cuenta que si el papá es gordo, su hijo tiene de dos a tres probabilidades de ser gordo también, pero si papá y mamá son gordos, “se incrementa el riesgo de que el niño sea obeso hasta 15 veces”, debido a que las conductas alimentarias en niños están asociadas al estilo de alimentación de los padres y la dinámica familiar “si un papá tiene estrés, angustia, depresión y se pone a comer sin control, los hijos van a aprender eso. Si los adultos cambiamos hábitos alimenticios es seguro que nuestros hijos también cambiarán”.
El cambio tiene que darse ya, recomendó, porque ha habido un importante incremento de enfermedades que antes sólo se daban en adultos como diabetes mellitus tipo 2, hipertensión, apnea del sueño, alteraciones en lípidos -colesterol y triglicéridos altos-, ya lo estamos viendo más en los niños que tienen sobrepeso y obesidad.
La gran ventaja, externó, es que un amplio porcentaje de niños con sobrepeso y obesidad no es por problemas de sus organismos, sino por estilo de vida, un exceso en lo que “pero si nos ponemos las pilas con estilo de vida y alimentación saludables esto se puede revertir, es difícil porque éste el estilo de vida se tiene que ir aprendiendo y tiene que comenzar desde mamá y papá, pero se puede lograr”.
Para esto es recomendable atención con un equipo médico multidisciplinario “no se trata sólo de comer menos y moverse más, hay que tener apoyo de médicos general, un pediatra, endocrinólogo pediatra, el nutriólogo, hacer una evaluación psicológica para determinar si la conducta de comer mucho están relacionado con estrés, ansiedad o depresión, para evaluar en el contexto individual con cada familia”.
También es muy importante recordar, enfatizó, que el sobrepeso y obesidad no es saludable hay que reconocer que es un problema médico, y luego fijarnos un motivo, “por qué queremos bajar de peso, muchas personas piensan en que quieren vivir muchos años, quieren ver crecer a sus hijos, quieren sanos a sus hijos, y a partir de ahí buscar la ayuda necesaria, ahorita es el momento de invertir en su salud, para que después no tengan que invertir en su enfermedad”, estableció.