Oaxaca de Juárez, 8 de marzo. Con la última jugada de Benjamín Robles y el Partido del Trabajo (PT), la pelea por la gubernatura de Oaxaca, cobra tintes de drama. De la comedia al drama y del drama a la tragedia. Los intereses creados, los poderes fácticos, la falta de ética política, la dictadura de partidos y demás yerbas hacen de la arena política una burla para el electorado.
El PRI tenía ganada la elección en Oaxaca, pero escogió a Alejandro Murat (Muratito), el más vulnerable de todos, y puso en riesgo lo que tenía seguro. Lo mismo pasó con el PRD, dada la selección del PRI podían haber ganado tranquilamente con Benjamín Robles, pero el gobernador Gabino Cué la neceó con imponer a Estefan Garfias, y complicó lo que ya tenía ganado. Y de la misma forma, López Obrador la neceó con Salomón Jara, que no es ni mejor ni peor que la mayoría de políticos, pero que carece de simpatía, cuestión que lo hace un producto electoral no muy bueno. Así las cosas, también el partido político MORENA, desaprovechó la ventaja que le habían otorgado la mala selección del PRI y la mala selección del PRD.
Y claro que para que esto se fuera de la comedia al drama y del drama a la tragedia, al PT se le ocurrió desligarse de la alianza con el PRD-PAN y llevar como candidato a la gubernatura de Oaxaca este 5 de junio a Benjamín Robles, e indudablemente que el PRD puso el grito en el cielo, porque el control de daños no iba más allá de considerar que Benjamín Robles, no tenía otra opción más que refugiarse con los partidos políticos estatales.
Realmente el PRD se creyó sus propias encuestas, y hacían cuentas alegres, en el sentido de que Benjamín Robles no les va a quitar ni un cinco por ciento de la votación, porque se tendría que refugiar con los partidos políticos estatales. Pero, al renunciar el PT a la alianza y tomar a Robles Montoya como su candidato, las expectativas de que consiga una votación mucho mayor de la estimada en el control de daños, es tremenda. Así que hoy los perredistas oaxaqueños, hacen una defenestración tremenda de Robles Montoya, pero aun aceptando que Benjamín fuera nefasto, eso no hace que Pepe Toño Estefan Garfias sea un buen candidato.
La realidad del PRD oaxaqueño, es que desde 1998, están al servicio del gobernador en turno. José Murat para ganarle la elección a Héctor Sánchez, cooptó a Rufino Rodríguez, que era el secretario de organización del PRD, bueno para hablar claro y liso: Murat cooptó a casi todo el PRD estatal, al punto de que Rufino Rodríguez y casi todo el Comité Directivo le jugó las contras a Héctor Sánchez, al usar las famosas Brigadas del Sol a favor de Murat. Bueno, recordemos que Héctor Sánchez manejó la elección desde su casa de campaña en la calle de Murguía, sin ninguna relación con el Comité Directivo Estatal. Así que Héctor Sánchez estuvo a punto de ser Gobernador de Oaxaca, peleando contra el PRI y el mismo PRD que le jugó en contra.
A partir de 1998 el PRD ha estado a disposición del gobernador en turno y del partido que sea. Con José Murat caminaron de la mano, los diputados locales fueron domesticados, y a Rufino Rodríguez lo hizo sub secretario de la Secretaría General de Gobierno.
A la llegada de Ulises Ruiz, los perredistas oaxaqueños se hicieron más tricolores que los mismísimos priístas, al punto tal de que durante la contienda por la dirigencia nacional del PRD entre Alejandro Encinas y Chucho Ortega, los que elaboraron y ejecutaron el fraude para que ganara Chucho Ortega aquí en Oaxaca, fueron los mapaches priístas de Ulises Ruiz. Los mapaches de Ulises Ruiz, embarazaron urnas a tal punto, que de una población de 10 mil habitantes, le pusieron a las urnas 15 mil votos a favor de Chucho Ortega, estas fueron las famosas casillas zapato; que hicieron ganar a Ortega la presidencia nacional del PRD.
Es más, en la elección de 2010, el PRD iba con Eviel, igual que el otro partido comparsa, el Partido Acción Nacional (PAN). Tan es así que, si las dirigencias nacionales del PRD y del PAN, no hubieran enviado, por parte del PRD a Graco Ramírez y por parte del PAN a Ramón Corral, para amarrarles las manos. Indudablemente que hubieran vendido a Gabino Cué, como ya lo habían hecho en la elección del 2004.
Y ya que nos acordamos de la elección a gobernador de 2010, es justo mencionar que José Antonio Estefan Garfias fue el que elaboró el Plan Estatal de Desarrollo con el que pensaba gobernar Eviel Pérez Magaña. Que Estefan Garfias fue pre candidato priísta a la gubernatura en ese 2010. Y que cuando fue secretario General de Gobierno con Diódoro Carrasco (Gobernador de Oaxaca 1992-1998), persiguió perredistas con singular entusiasmo.
Claro que el PRD, en cuanto ganó Gabino la elección en 2010, fueron los primeros en subirse al templete de la Fuente de las Ocho Regiones gritando: ¡ganamos!… y así todas las tribus del PRD fueron fieles al principio de servir al gobernador en turno.
Ahora bien… si Benjamín Robles fue desechado del PRD porque era un candidato impresentable que no iba a obtener los suficientes votos en la contienda por la gubernatura. ¿Por qué ahora la preocupación de que “les quite votos” con el PT?
El 4 de marzo el presidente del PRD, Agustín Basave, aseguró que su institución es competitiva en siete entidades donde se celebrarán elecciones a gobernador el próximo 5 de junio. Pero, solamente mencionó a Tlaxcala y Sinaloa como posibles triunfos.
Los números son fríos, así como estamos hoy, el ganador de la contienda sería el PRI, a pesar de Muratito. El PRI tiene un voto duro que es inamovible y es el más fuerte. Además la alianza PRD-PAN vería mermada su votación, por una parte con MORENA y por otra parte con el PT. Inclusive, y dependiendo de la labor de López Obrador, MORENA podría tener una votación altísima.
“La esperanza” del PRD, dado que el PAN prácticamente no cuenta, es la impugnación de la candidatura de Robles Montoya por el PT y la impugnación de la candidatura de Muratito. En cuanto a lo de Benjamín y el PT, no hay mucho que hacer, es legal el movimiento. Y en cuanto a la candidatura de Muratito, les puede salir peor el remedio que la enfermedad, porque en el hipotético caso de que el PRI cambiara a Muratito por otro, ese otro, lo único que haría sería aumentar el voto priísta. Porque no hay un candidato más vulnerable que Muratito.
Estamos a 89 días de elegir Gobernador en Oaxaca.
¡Suerte! y hasta el próximo De Análisis Político.
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