Estados Unidos, 4 de noviembre. EE.UU. pierde una de sus leyendas del pop de masas más longevas. Aunque no fuera el artista más conocido, Quincy Jones fue el responsable de numerosas composiciones que otros intérpretes como Frank Sinatra o Ray Charles colocaron en lo más alto de las listas o produjo el álbum supervendas Thriller de Michael Jackson, hitos que lo encumbran en lo más alto de la música popular de su país. Jones falleció este domingo a los 91 años de edad en su casa de Los Angeles, según ha comunicado hoy su representante Arnold Robinson.
“Esta noche, con el corazón lleno pero roto, debemos compartir la noticia del fallecimiento de nuestro padre y hermano Quincy Jones”, ha dicho la familia en un comunicado. “Y aunque esta es una pérdida increíble para nuestra familia, celebramos la gran vida que vivió y sabemos que nunca habrá otro como él”, han concluido.
Puso la música de más de 70 películas, entre las que destacan ‘El prestamista’ de Lumet, o ‘El color púrpura, de Spielberg
Nacido en Chicago en 1933, la carrera de Jones se extendió en más de siete décadas en las que jugó todos los papeles: fue intérprete de trompeta, director de orquestra, compositor y arreglista, productor, empresario musical y además se labró una enorme influencia social, especialmente en la comunidad negra, por lo que entre sus amistades había varios presidentes de los EE.UU. como Bill Clinton o Barack Obama.
Comenzó su andadura musical a través del jazz, por lo que de muy joven colaboró con estrellas del calibre de Count Basie o Lionel Hampton, para los que participó en varias giras, o compuso para discos de Frank Sinatra, Ella Fitzgerald o Ray Charles. En 1961, con solo 28 años de edad, fue nombrado vicepresidente de la compañía Mercury Records, desde la que produjo a otros grandes artistas como Peggy Lee, Tony Bennett y Sarah Vaughan. Su posición en Mercury es reseñable: fue unos de los primeros afroamericanos con un cargo importante en la industria estadounidense.
También entre los años cincuenta y los sesenta, arrancó una notable carrera como compositor de bandas sonoras, entre las que cabe destacar las de El prestamista, de Sidney Lumet (1964), A sangre fría, de Richard Brooks (1967), La huida, de Sam Peckinpah (1972), The wizard, también de Lumet (1979) o El color púrpura, de Steven Spielberg (1985). En total compuso la música para 73 películas.
Probablemente por aquello que alcanzó mayor popularidad es por su colaboración con la estrella del pop Michael Jackson, de quien fue su productor en los álbumes Of the wall, Thriller o Bad. Jones es el autor del diseño del sonido de los discos que vendieron millones de copias en esos años ochenta, en los que además también produjo la célebre composición filantrópica We are the world, en los que colaboraron los mejores artistas del momento, desde el propio Michael Jackson a Bruce Springsteen, Bob Dylan, Lionel Richie, Cindy Lauper, Paul Simon o Stevie Wonder.