Oaxaca de Juárez, 6 de noviembre. Afecta al menos a 1 de cada 7 adultos en todo el mundo y es hasta 3 veces más común en mujeres que en hombres.
Generalmente el dolor comienza en la pubertad y afecta sobre todo al grupo de 35 a 45 años de edad, causando sufrimiento considerable, reducción la calidad de vida y pérdidas económicas.
La migraña no se cura, pero tratarla en la etapa previa al dolor más intenso augura mejores resultados.
Como parte de los esfuerzos por liderar la difusión del conocimiento, educación y concientización, Armstrong Laboratorios, farmacéutica mexicana con 44 años brindando salud a los mexicanos, hace un llamado a la acción para que los pacientes que aún no han sido diagnosticados o no estén recibiendo el tratamiento adecuado, se empoderen y busquen la ayuda necesaria para evitar así, vivir con migraña.
La migraña es una enfermedad que tiene su origen en el sistema nervioso central, es uno de los trastornos del sistema nervioso más comunes, dolorosos e incapacitantes que se caracteriza por presentar cefaleas con ataques agudos que duran de 4 a 72 horas, de intensidad moderada a grave, que aumenta con los esfuerzos y estímulos, acompañadas de náuseas y/o vómitos, fotofobia y fonofobia. Afecta principalmente a pacientes entre los 35 y 45 años de edad. En México, 12 por ciento de la población sufre migraña y en el 2010 fue la sexta causa de años vividos asociados a discapacidad.
En ese sentido, la migraña se caracteriza por ser una patología que impacta en la vida cotidiana y que afecta la calidad de vida de los pacientes. A lo largo de los años, se han buscado diversas maneras de atacar el problema y conocer los factores desencadenantes; por ejemplo, se ha estudiado que el uso inadecuado y excesivo de analgésicos puede condicionar que la migraña se convierta en crónica y que terapias como el valproato de magnesio – un fármaco antiepiléptico – en concentración de 100mg. masticable, ha demostrado ser eficaz en la profilaxis de migraña.
La Dra. Ana Luisa Velasco, Neuróloga, Directora de la Clínica de Epilepsia del Hospital General, dijo que la migraña es una enfermedad que debe ser atendida de manera integral y que es importante explicar a los pacientes que el apego al tratamiento es vital para el éxito del mismo.
“El dolor es una señal que el cuerpo nos da para avisarnos que algo anda mal, cualquier dolor de cabeza recurrente debe ser atendido de manera inmediata. El médico deberá hacer un diagnóstico diferencial para descartar otras afecciones y proceder a realizar diversas pruebas como estudios de imagen, electroencefalograma, calendario de cefaleas y una muy puntual semiología del padecimiento. La migraña tiene varias fases previas al dolor agudo, los analgésicos se han enfocado en tratarla durante esta fase sin éxito. No obstante, la fase previa al dolor, también llamada aura, es en donde una terapia profiláctica dirigida al sistema nervioso central como el valproato de magnesio en bajas concentraciones, ha demostrado mayor éxito para detener la migraña antes de llegar al estado migrañoso agudo”, explica la Dra. Velasco.
El valproato de magnesio, es una sal cuya ventaja farmacológica es la adición del ion magnesio, antiepiléptico y estabilizador del ánimo y la conducta, desarrollado en México desde hace 44 años por Armstrong Laboratorios, siendo el fármaco de primera línea indicado por las guías de tratamiento internacional para tratar trastornos del sistema nervioso central. En México, se cuenta con una presentación única: Atemperator 100mg tabletas masticables sabor canela. Atemperator, es un medicamento de referencia, esto significa que toda aquella presentación de valproato de magnesio que se comercializa, debe ser comparada con Atemperator, sin embargo, se ha visto que dichas presentaciones podrían tener un margen de sub o súper dosificación de hasta un 20%.
En la actualidad, existen factores desencadenantes de migraña como el estrés, no dormir adecuadamente y hábitos alimenticios inadecuados. La población en general no considera que las cefaleas sean una enfermedad grave porque se presentan generalmente por episodios, no son mortales ni se contagian. Las tasas bajas de consulta en los países desarrollados pueden indicar que muchos enfermos desconocen la existencia de tratamiento eficaz; y se calcula que la mitad de las personas que padecen cefalea se tratan ellas mismas. En el ámbito clínico, la barrera principal es el desconocimiento del personal sanitario.
Octavio Oseguera, un joven de 26 años originario de Veracruz, describe lo que vive cuando el dolor de cabeza lo ataca fuerte. “Inicio con un dolor ligero, pero ya sé que viene dentro de poco tiempo el dolor más intenso. Como los analgésicos no me funcionan, utilizo aromaterapia y todo lo que esté a mi alcance porque si no me pongo muy mal, me lastima la luz, me tengo que ir a un lugar oscuro, después me empiezan a doler las encías y tengo mareos. El dolor es intenso e indescriptible, he llegado a apretarme y golpearme fuertemente la cabeza, como para tratar de mitigar el dolor. He llegado a estados inconscientes y a tener pensamientos extremos”. A Octavio le han hecho estudios diversos sin que un solo médico le haya dicho o explicado más sobre su condición. Le han prescrito analgésicos desde lo más leve hasta lo más fuerte, incluso intravenoso, sin que estos le funcionen.
Finalmente, la Dra. Velasco, hizo un llamado a los médicos de primer contacto a empoderarse de cara a las terapias que son verdaderamente eficaces para tratar este padecimiento, en el cual se estima que el 50 por ciento de los afectados recurren a la auto medicación y solo el 10 por cierto recibe tratamiento especializado9. “Se debe ampliar la educación al paciente y actuar para prevenir episodios migrañosos que desencadenan incapacidad en la vida laboral y social de quienes la padecen”.
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