Sarai Jiménez
Oaxaca de Juárez, 2 de diciembre. El rector de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de Oaxaca, Alejandro Rodríguez González, recordó a todos los oaxaqueños que ha iniciado el tiempo de Adviento o el calendario litúrgico que marca pautas para vivir los misterios de la salvación. 

En su mensaje durante la misa dominical que ofició este medio día, señaló que uno de los tiempos más importantes es el de la encarnación del hijo de Dios, ya que a partir de este momento se tiene una permanente espera del Señor.
Frente a decenas de fieles católicos, manifestó que Adviento significa venida, una espera y compromiso de parte del creyente para poder vivir y participar.
“Esta pasando lo mismo que hace muchos años antes de la llegada de Jesús, se tienen distintas religiones, formas de pensar, relativismo, esoterismo, y se deja la religión de lado porque estas corrientes son atractivas”.
“Esto puede distraer pues se puede retirar la centralidad de Dios de la vida, los padres deben estar al pendiente porque los hijos pueden desviarse ante tantas formas de pensar que se tienen en el internet”.
En ese sentido, recomendó a todos mantener un diálogo abierto entre el creyente y Dios, para analizar lo que sucede, dialogar entre los familiares, ponerse atención, y poner atención a lo que Dios pide, no estar distraídos.
“Sobre todo, porque se van debilitando de forma paulatina los valores, la familia, se cae en el relativismo de la vida por no escuchar a Dios, no se respeta la vida, se hacen leyes sobre el aborto, se les dice a las mujeres que pueden hacer lo que quieran con su cuerpo”, lamentó.
Sostuvo que era bonito poner el árbol de Navidad, el nacimiento, preparar la cena y la reunión familiar, pero se debe también preparar el corazón para recibir la enseñanza de Dios, dialogar y orar, atender el sacramento de la confesión y la reconciliación para recibir la gracia de la venida de Jesús.
“Debemos estar despiertos, conscientes, atentos de lo que Dios pide, contribuir con la vida diaria para hacer con la familia una sociedad digna”, finalizó el sacerdote.