Oaxaca de Juárez, 3 de mayo. En medio del confinamiento ocasionado por el COVID-19, especial cuidado deben tener las pacientes con cáncer de mama, quienes deben considerar las precauciones de evitar el riesgo de contagio de esa enfermedad, además de cuidar los factores de tratamiento, alimentación, actividad física, psicológicas, entre otras.
La doctora Alejandra Armengol, oncóloga médica, subespecialista en cáncer de mama, resaltó que “los estudios publicados hasta el momento incluyen un número reducido de pacientes con cáncer y COVID-19, por lo que la información clínica es aún limitada para dar recomendaciones definitivas. Esta información es muy dinámica y puede ir cambiando a medida que avance la pandemia por COVID-19 en nuestro país, por lo que es importante seguir las recomendaciones que emite constantemente la Secretaría de Salud en México”.
Las personas que padecen cáncer de mama y adquieren COVID-19 tienen mayor riesgo de presentar complicaciones graves, especialmente si se encuentran recibiendo tratamiento activo en: quimioterapia, terapias blanco, inhibidores de ciclinas CDK 4-6, radioterapia y cirugía, tratamientos que pueden producir una disminución en la respuesta inmune (inmunosupresión) o también llamado coloquialmente como baja de defensas, lo cual provoca mayor riesgo de contagiarse de cualquier enfermedad infecciosa entre ellas COVID-19, advirtió.
Lo fundamental, sostuvo la especialista, es no tener contacto con personas que presenten fiebre o síntomas respiratorios, tener disponible un termómetro en casa para tomar la temperatura si se está recibiendo tratamiento con quimioterapia oral, y antes de acudir al hospital para recibir el tratamiento intravenoso en el centro de infusión de quimioterapia.
Durante este tiempo de confinamiento en el hogar habrá que poner atención en la alimentación y actividad física, basadas estas personas en procurarse una dieta equilibrada y balanceada suficiente en cantidad y calidad es lo indicado para mantener un sistema inmune saludable.
Seguir las recomendaciones emitidas para la población en general siempre contemplando que si se encuentra dentro un grupo considerado vulnerable habrá que extremar precauciones para disminuir la probabilidad el contagio y si acaso, pese a haber estado siguiendo las recomendaciones se presenta fiebre o cualquier síntoma respiratorio (tos, dolor en el pecho, dificultad para respirar), dolor de cabeza, confusión o alteraciones en el estado de alerta como somnolencia, deberá ser comunicado con el oncólogo y buscar atención médica lo más pronto posible.
Cabe recordar que en nuestro país, el cáncer de mama es la primera causa de muerte en mujeres de 25 y más años, pues año con año se suman poco más de 27,250 casos, debido a que para el caso de este padecimiento, hay una división por cada subtipo que existe; receptor hormonal positivo, HER2 positivo y triple negativo.
Ante ello, es de vital importancia que las pacientes cuenten con su tratamiento específico acorde al subtipo de cáncer que tengan para lograr tener un mejor control de esta enfermedad y mantenerse en las mejores condiciones ante cualquier riesgo de COVID-19.
El oncólogo, mencionó, deberá realizar una evaluación personalizada de los riesgos y beneficios que del actual tratamiento de la paciente y elegirá la opción más eficaz y segura durante esta pandemia.
La paciente deberá estar en conocimiento que esta opción puede representar modificaciones importantes como: cambiar tratamiento, suspender, retrasar e incrementar ciclos de tratamiento, cambiar frecuencia de administración, cambiar vía de administración intravenoso a oral (tratamiento tomado) y/o invertir el orden planeado inicialmente de su tratamiento oncológico, entre otros cambios”, dijo.
Lo más importante, enfatizó, es conservar la calma y procurar estar bien informado por fuentes profesionales y confiables; de esta forma se evitarán las noticias falsas. Un temor frecuente y comprensible en esta pandemia es perder la oportunidad de recibir en tiempo y forma el tratamiento contra el cáncer y en contraparte, que al recibir el tratamiento oncológico le haga más susceptible a desarrollar COVID-19.
“Es normal presentar trastornos en el estado de ánimo sólo por el diagnóstico y/o tratamiento del cáncer de mama, en esta temporada es muy probable experimentar una carga emocional extra debido a la pandemia del COVID-19, y para el caso de aquellas pacientes quienes estén recibiendo tratamiento con antidepresivos y/o ansiolíticos, lo ideal es seguir las recomendaciones de su médico”, procurando tener en casa una reserva de estos fármacos y de sus medicamentos habituales, recomendó.
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