Oaxaca de Juárez, 18 de octubre. La administración actual ha manejado cuatro presupuestos históricos (superiores al estado de Puebla), ¿por qué no hay una sola obra con la que el gobierno de Gabino Cué pueda demostrar que los recursos se están ejerciendo con honestidad?
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) autoriza la cartera de inversión, el Gobierno del Estado de Oaxaca hace el estudio costo-eficiencia, y si lo autoriza la SHCP, entonces se calendariza. Esto tiene dos parámetros, avance físico y avance financiero, pero resulta que en la primera ministración, se les puede entregar entre el 50 y el 80 por ciento del dinero del proyecto contra el avance de obra, y claro, la Secretaría de Finanzas es la que entrega el dinero, y puede suministrar, para empezar, incluso, el 100 por ciento del dinero, ¿qué tal?, entonces se hace la trampa… porque los avances nunca llegan al 10 por ciento, curiosamente.
Hablando claro y liso… ¿cómo está eso de que la obra inconclusa es el verdadero negocio para Gabino Cué y su pandilla?
Simplemente se presenta un proyecto, “se socializa”, y se echa a andar contra viento y marea, se hace un gran escándalo mediático, un show espectacular, mucha maquinaria en el movimiento de tierra, claro, sin ton ni son. Cuando vienen las protestas, porque siempre se trata de un proyecto descabellado que afecta los intereses de los supuestos beneficiados y que en la culminación del proyecto, va a ser peor el remedio que la enfermedad. Entonces, hay que oír a la ciudadanía. Supuestamente se hacen consultas, o lo que es peor, dicen que hacen encuestas que nadie percibe. O simplemente se abandonan las obras sin mayor explicación.
El puente de 5 Señores, se dilató tres años en lugar de seis meses y el presupuesto se cuadruplicó. Claro que debemos estar agradecidos porque se terminó. Es la única obra que se ha terminado, bueno, le faltan detalles y costó más que un hijo tarado en Harvard. Que está horrible, sí, pero se terminó, eso dice la Pandilla del Gabinetito. Que pasar por arriba del puente es como ir en la Montaña Rusa, no protesten dice la Pandilla: se terminó y ya dejen de quejarse.
En la Velaria, se aplicaron recursos del Fondo Regional (FONREGIÓN), que en sus reglas de operación estipula que éstos fondos solamente se pueden aplicar en los rubros de salud, vivienda o educación. Como la Velaria no entraba en ninguno de los tres, lo situaron en desarrollo económico, para que pudiera ser aprobado. Y el Estadio de los Alebrijes lo pusieron en el renglón de educación, cuando a todas luces es un negocio privado de una empresa de espectáculos, como es el futbol profesional. Lo del Venustiano Carranza se financió con recursos del la Comisión Nacional del Deporte (CONADE), que son unos rateros de 7 suelas, como lo han demostrado los fraudes en todas sus obras de construcción.
Salvatierra ha hecho un negocio redondo con la famosa Secretaría de las Infraestructuras, dice que tiene un proyecto, lo socializa, baja el recurso, mueve unas máquinas, remueve un poco de tierra. Cobra el 80 por ciento del costo del proyecto, les paga a las constructoras de sus amigos por remover un poco de tierra, suspende la obra, y dice que la obra estaba por terminarse, que se gastó casi todo el dinero y que devuelve o no cobra el último 10 o 20 por ciento del presupuesto de la obra, porque la obra es cuestionada por algún grupo.
Así fue lo del Polideportivo, que primero se iba a hacer en el Tequio, que siempre no, que ahora en el Venustiano Carranza. Gritamos hasta ponernos morados, que en el Venustiano Carranza no se podía hacer, porque no había lugar para estacionamiento, pero, la obra se echó a andar y finalmente se detuvo. Otra obra inconclusa, pero que le deja a la Pandilla del Gabinetito muy buen dinero, porque cobran el 80 por ciento de una obra en la que con mucho invierten un 10 por ciento. Así que la Pandilla se reparte lo menos, el 70 por ciento del dinero, que son muchos millones.
La técnica es igual en el Tecnológico de Oaxaca, con la obra del Estadio para los Alebrijes o Polideportivo Poniente, la tranza es la misma. Mucha alharaca con la iniciación de las obras y cuando finalmente la comunidad Tecnológica logra detener las obras porque esto era un asalto en despoblado, usando los bienes públicos para negocios privados y robándole su patrimonio al Tecnológico de Oaxaca. Entonces se curan en salud, diciendo que la obra estaba a punto de terminarse, pero que esto no fue posible, por la intransigencia de los del Tec. Además la obra estaba fuera de toda norma de construcción de un estadio de futbol profesional, como lo comentamos aquí en este espacio el 7 de marzo de 2014 en el artículo: Se hunde el Tecnológico de Oaxaca. Donde decíamos: Se debe rechazar la propuesta de un estadio como el de los Alebrijes, porque la construcción del supuesto estadio está fuera de toda posibilidad técnica. El proyecto indica que el estadio para los Alebrijes tendría un aforo de 15 mil espectadores, y esto nos lleva a las normas de construcción de la Federación Mexicana de Futbol para estadios de equipos profesionales. Y de acuerdo a estas normas, se tendría que disponer de un estacionamiento mínimo para 2 mil 500 automóviles y 125 autobuses. Y bueno, ni en sueños se dispone del número de hectáreas necesarias para un estacionamiento de estas características. O sea que el proyecto es inviable desde el punto de vista técnico, amén del jurídico y educativo. De esto derivó una respuesta ridícula de parte de la Pandilla del Gabinetito: que se consideraban las calles de las colonias aledañas para estacionar en ellas 750 vehículos de los asistentes al supuesto estadio, definitivamente fuera de toda realidad.
Pero en concreto, ¿realmente les interesa el estadio?, no, ese nos es el negocio. Seguramente el estadio no se construirá, poniendo como pretexto que los estudiantes y maestros del Tec no quieren. Así, el estadio no se construye, pero si se cobra… ese es el negocio de la Pandilla del Gabinetito. Netzahualcóyotl Salvatierra secretario de las Infraestructuras al frente, de la mano de Alberto Vargas Varela secretario de Administración y de Alfonso Gómez Sandoval secretario General de Gobierno. Y no se trata de buscar parches a un problema generado por la corrupción, no se trata de reorientar el proyecto para ver como lo acomodan, se trata de restituirle al Tecnológico su calidad de forjador de profesionistas y no una comparsa de negocios privados y lo que es peor: turbios.
Paso ancho está en el mismo tenor. Las obras no se construyen pero si se cobran y el dinero se reparte entre Gabino y su Pandilla. Todas las Secretarías del Gobierno del Cambio están igual: empapadas de corrupción y los secretarios empapados de dinero.
Simple y sencillamente, la administración actual ha manejado cuatro presupuestos históricos (superiores al estado de Puebla), ¿por qué no hay una sola obra con la que el gobierno de Gabino Cué pueda demostrar que los recursos se están ejerciendo con honestidad?
¡Suerte! y hasta el próximo DeAnálisis Político.
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