Oaxaca de Juárez, 7 de marzo. Nelson José Murat (Gobernador de Oaxaca 1998-2004), estuvo a punto de ser ungido como el dirigente de la CNOP, un cadáver como organización, pero no importa. Finalmente fue designado presidente de la Fundación Colosio, una asociación civil que es un apéndice inocuo del PRI, inocuo es algo que no puede hacer daño, tal vez por eso lo pusieron ahí, como quiera que sea: desde ahí Nelson flamea la bandera del PRI rumbo a la elección presidencial de 2018.
No era lo que buscaba Nelson, porque la Fundación Colosio es una Asociación Civil (A.C.), que realmente es un organismo auxiliar del PRI. Pero, de esta manera se mantiene a la expectativa, para cuando se requieran sus servicios en la elección presidencial del 2018, que es el tipo de acciones que colocan a Nelson para recibir favores presidenciales.
En el fraude electoral de 1988 que llevó a la presidencia a Carlos Salinas de Gortari, Nelson Murat tuvo una actuación destacada que posteriormente le hizo gozar de fama en el PRI para los trabajos sucios, por ese entonces era diputado federal.
El Colegio Electoral se constituyó a mediados de agosto de 1988 entre negociaciones frenéticas que cuando menos evitaron que el ejército custodiara las inmediaciones del palacio legislativo, como había pedido el PRI, y desde un principio resultó un relajo nunca visto. El Revolucionario Institucional no quería ceder en ningún caso para no perder la exigua mayoría. A su vez la oposición (PAN y FDN unificados) no estaba dispuesta a que la grillaran. Mientras las galerías aullaban y Manuel Camacho Solís se daba sus vueltas para monitorear todo, pronto empezaron los gritos, los insultos, los trapitos al sol, los pleitos por los micrófonos y los asaltos al presídium. De nada servía mostrar evidencias, presentar testimonios o invocar la Constitución, pues “la ley es la ley aunque sea anticonstitucional”, respondían los priístas.
Uno de los más acalorados puntos de discusión fue el de la presentación de los paquetes electorales cada vez que se requerían, especialmente los de 25 mil casillas de los que no había información. El PRI se negó rotundamente y mayoriteó para evitarlo. Los paquetes se hallaban en los sótanos del edificio y el domingo 21 de agosto los panistas trataron de tomarlos, bajaron muy decididos, pero los soldados que los custodiaban lo impidieron con las armas al pecho.
El Colegio Electoral se declaró en sesión permanente. Ante la premura del tiempo, se aprobaron dictámenes en paquete, pero los tumultos continuaron; la oposición recurrió entonces a darles la espalda a los oradores del PRI; Vicente Fox, del PAN, se puso unas grandes orejas para burlarse de Salinas y Jaime Enrique Félix, del Frente Democrático Nacional (FDN), ocupó sus cinco minutos en tribuna para quedarse callado; “a las razones no se les hace caso”, dijo, “ojalá mi silencio tenga fuerza”. “¡Bájate payaso!”, “¡Mamón!”, le gritaban varios priístas anónimos, que después fueron conocidos popularmente como “el Bronx”. El guerrerense Félix Salgado, del FDN, tiró cientos de boletas semidestruidas desde lo alto de la tribuna. El PRI se quedó paralizado, mientras las porras del FDN rugían “¡20 millones de votos, jajajá!” y “¡Repudio total al fraude electoral!” Se tuvo que cantar el himno para restablecer el orden y después se decretó un receso de 30 minutos. “¡30 minutos, jajajá!”, coreó la gayola, por lo cual se impidió el acceso al público a las sesiones. En las afueras de San Lázaro siempre hubo plantones, manifestaciones y grandes gentíos. Finalmente, el poder del mayoriteo se impuso y la Cámara de Diputados se instaló tal como lo había determinado la Comisión Federal Electoral (PRI: 256; oposición 244), naturalmente con el voto de la oposición en pleno.
Esta atmósfera de desorden total se extendió al último informe presidencial de Miguel de la Madrid, el 1º de septiembre de 1988, en el cual nadie le hizo caso a cuando presumía de su adelgazamiento del Estado y de las privatizaciones, a causa de la gritería y el duelo de insultos. El FDN lo interpeló en 12 ocasiones hasta que Porfirio Muñoz Ledo, ya senador, exigió explicaciones por el monumental fraude del 6 de julio, tras lo cual Heberto Castillo y él encabezaron el retiro del FDN del recinto. Los priístas odiaban a Muñoz Ledo como a nadie y Miguel Barberena le apretó el cuello, Borge Martín le gritó en la cara, Xicoténcatl Leyva le tiró un puñetazo y todos lo insultaron. Por si fuera poco, los legisladores panistas mostraron boletas electorales; “¡fraude, fraude!”, gritaban. “¡Mé-xi-có, Mé-xicó!”, contra-gritaron los priístas, como si estuvieran en un partido de la selección de futbol. El toque final lo dio Fidel Velásquez, quien dijo: “Quisieron interpelar y se la interpelaron”. Al día siguiente el gobierno y la iniciativa privada acusaron al FDN de violencia, intolerancia, infantilismo, insulto y provocación.
El 8 de septiembre el PRI presentó un dictamen elaborado por Joseph-Marie Córdova, que declaraba presidente electo a Carlos Salinas de Gortari. Era un típico albazo y la oposición, indignada nuevamente, abandonó la sesión bajo una lluvia de insultos. Regresó al poco rato y tomó la tribuna. Quería evitar que se leyera el dictamen.
Durante el día 9 más de 65 oradores peroraron hasta la madrugada y el 10 los priístas tuvieron que hacer una valla compacta para que José Murat pudiera leer el dictamen a toda velocidad. Para entonces los diputados se insultaban y se jaloneaban, hasta que el Frente abandonó definitivamente la sesión y el PRI volvió a mayoritear; declaró válidas y legales las elecciones y a Carlos Salinas de Gortari: presidente electo.
Este fue el favor que le hizo José Murat a Carlos Salinas de Gortari, que indudablemente después le pagaría durante su gobierno. Este es el principio de la labor de fontanero que ha desarrollado Murat durante su vida política. Que no fue posible colocarlo al frente de la CNOP, no importa, en la Fundación Colosio podrá velar armas, para cuando sea requerido en la elección presidencial de 2018 y haya que destapar alguna cañería.
Lleva 97 días Alejandro Murat como Gobernador en Oaxaca, de 100 que tiene para legitimarse. ¡Suerte! y hasta el próximo De Análisis Político.
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