Mexicanos Primero contra la CNTE: Carlos Ornelas

Veo el asunto en una perspectiva distinta. Pienso que es una etapa de lucha prolongada por la democracia y el Estado de derecho. “La democracia y el imperio de la ley —apunta Francis Sejersted— pueden verse como dos medios distintos para superar la contradicción inherente entre Estado y sociedad… El imperio de la ley pretende reducir la autoridad (y la arbitrariedad) del Estado, mientras que la democracia intenta movilizar a la sociedad a ejercer la autoridad del Estado”.

Las denuncias penales contra los líderes de la CNTE por fraude y peculado ponen en el banquillo de los acusados no sólo a Núñez, sino a todo el aparato de Estado. Es una arbitrariedad que sigan devengando salarios “por hacer política”, es una violación flagrante de la ley. Y el yo acuso es tanto contra los gobiernos de los estados como contra el gobierno federal. Más contra éste. Las negociaciones turbias en Gobernación brindaron impunidad a los dirigentes de la S22 y siembran incentivos para que sigan con sus estrategias de chantaje, extorsión e intimidación.

Por supuesto que no veo a MP como los voceros de toda la sociedad civil, tampoco pienso que no tengan intereses, pero lo que importa en este momento es su lucha por el imperio de la ley. Coincido con la presión que pone al aparato de Estado. MP tiene capacidad de movilizar a ciertos grupos y una aptitud demostrada de situar su agenda en la plaza pública.

La penetración de MP activa a amplios sectores —no nada más a los grandes empresarios— y hace crecer el descontento contra la CNTE. Logró hacer alianzas con otras asociaciones civiles y armó un frente amplio contra la impunidad. Exige que se cumpla con la ley. En éste y en otros puntos concuerdo con sus dirigentes. En otros asuntos soy crítico de su proceder.

El aliado principal de MP es el Consejo Mexicano de Negocios, que agrupa a las 49 personas que manejan las empresas más ricas del país. El padre del presidente de MP, Claudio X. González Laporte, dejó la presidencia de aquel organismo y lo sustituyó Alejandro Ramírez Magaña, el segundo en el consejo de MP. El mensaje de Ramírez fue claro y duro: “Ceder al chantaje en Oaxaca, Michoacán y otras regiones del país deteriora la credibilidad que conceden el resto de los maestros a la imparcialidad de los procesos de la reforma”.

El Presidente evadió ofrecer una respuesta contundente; sólo ratificó su compromiso con la calidad educativa como uno de los pilares para el desarrollo del país.

Las voces contra la CNTE se multiplican. Hasta voceros del PRD le toman distancia. La Razón (9 de julio) citó declaraciones del senador Armando Ríos Piter: “Me parece que para eso las autoridades tienen que hacer la parte que les toca”, aseguró que se debe exigir a las autoridades tomar “cartas en el asunto para no dejar pasar este tipo de acciones… es la exigencia que los ciudadanos hoy plantean, respecto de que se cumpla con la ley”.

Ante la avalancha de reclamos, los líderes de la CNTE sólo atinaron a decir que son objeto de una persecución política.

Muchos piensan —incluso columnistas destacados, como Raymundo Riva Palacio y Jorge Fernández Menéndez— que por fin le llegó la hora a la CNTE, que el gobierno del presidente Peña Nieto dijo ya basta. Tengo mis dudas. En la Segob les siguen diciendo vayan a clases y luego negociamos, ¿negociar qué?

En plata: no le veo tamaños a este gobierno, el imperio de la ley no es una de sus prioridades. Creo que el Presidente interpreta los resultados del 7 de junio como un respaldo a su forma de gobernar. El Consejo Mexicano de Negocios y los editorialistas optimistas seguirán esperando.

RETAZOS

Si no pudo retener a El Chapo, ¿podrá con la CNTE?