Alfredo Brena
Oaxaca de Juárez, 11 de enero. Al presidente AMLO, más le vale aceptar que le ganaron la partida con el caso de la ministro Yasmín Esquivel. El plagio de la tesis es evidente e indefendible. No queda más que hacer un recuento de daños y para adelante. Querer defender lo indefendible, solamente va a ocasionar que destroce la bandera que ha enarbolado de la famosa 4T: el combate a la corrupción.
Desgraciadamente esta forma de gobernar de AMLO se ha hecho extensiva en los gobiernos estatales dominados por Morena, como es el caso de Salomón Jara en Oaxaca, configurando un equipo de colaboradores plagado de nepotismo y corrupción. Y lo que es peor, también con colaboradores carentes de título universitario, que son sedicentes profesionistas y que se ostentan sin serlo, como Jesús Romero el secretario de gobierno.
Empecemos con la ministro Yasmín Esquivel. El escritor y académico Guillermo Sheridan, tuvo a bien destapar el plagio de la tesis profesional con la que obtuvo su título de licenciada en derecho, exhibiendo la tesis de la ministro y la del abogado a quien le copió, donde no cabe la menor duda del plagio casi total, dice la UNAM que un 90 por ciento, y que además, la tesis plagiada es de un abogado que se recibió en 1986 en la Facultad de Derecho de Ciudad Universitaria y la tesis que exhibe como suya la ministro Yasmín data de 1987, en la Facultad de Estudios Superiores Aragón de la UNAM.
Guillermo Sheridan escogió el momento justo para dar a conocer el plagio de la ministro Yasmín, y fue cuando ésta aspiraba a ser la primera mujer en presidir la SCJN, eso es cierto, como también que Sheridan es adversario político de AMLO, o sea que no pertenece al grupo político del Presidente, y que con esta acción le dio un duro golpe a AMLO, esto también es cierto. Pero esto no es argumento para defender lo indefendible. Como lo hizo AMLO en La Mañanera.
La ministro Yasmín fue más lejos, al declarar que era un ataque de misoginia, para impedir que fuera la primera mujer en ser presidente de la SCJN. Y que además, la plagiada era ella, dado que el que se tituló en 1986, le había copiado a ella, que se tituló en 1987, cosa por demás inverosímil e ilógica.
Cualquiera que se haya titulado en la UNAM, sabe perfectamente que del tiraje de la tesis, se le van a entregar a la UNAM 25 ejemplares, para que estos se distribuyan en las bibliotecas de las diferentes Facultades. Luego entonces, la tesis que plagió la ministro Yasmín Esquivel estuvo a su disposición, como la de cualquiera que la quisiera consultar, en las bibliotecas de la UNAM desde 1986. Así como la tesis apócrifa que ella presentó, estuvo a la disposición de cualquiera que la quisiera consultar, a partir de 1987, que fue cuando Yasmín se tituló. Una de las máximas del derecho es: ¡primero en tiempo, primero en lugar!
Los títulos de la UNAM de la época de los ochenta rezaban así: la UNAM otorga a: Fulana de Tal. El título de: Licenciado en Derecho.
O sea que si la UNAM otorga, obviamente puede cancelar al detectar el plagio de la tesis profesional con la que se tituló la sustentante. ¿Así o más claro?
Pero bueno, AMLO también tiene su poder y lo utiliza. Así que la UNAM ahora le anda dando vueltas a algo que no tiene vuelta de hoja y que es la invalidación del título otorgado a la ministro en 1987. Yasmín ya perdió la presidencia de la SCJN ante la ministro Norma Piña, pero la cosa no para ahí, la UNAM tiene que dejar de darle vueltas al asunto e invalidar el título de Yasmín Esquivel, con lo que además tendría que ser destituida como ministro de la SCJN, dado que para ese puesto necesitaría Yasmín ser Licenciada en Derecho.
Y como las malas mañas se pegan, Salomón Jara (Gobernador de Oaxaca 2022-2028), esgrimiendo la corrupción y el nepotismo como bandera, ha ido colocando desde el 1º de diciembre como sus colaboradores, a personas sin el perfil necesario para el puesto, sin experiencia y lo que es peor: con pesados expedientes de corrupción.
A 41 días de tomar el poder, Salomón empieza a justificar lo injustificable. Resulta que para ser secretario general de Gobierno, no se necesita título universitario, pero, sí es un delito ostentarse como profesionista sin serlo.
Y Jesús Romero, el flamante secretario de Gobierno, firma los documentos de la secretaría a su cargo como LIC. JOSÉ DE JESÚS ROMERO LÓPEZ. Y para justificar lo de Lic. esgrime una cédula profesional a todas luces falsa.
Número de Cédula 0345673
Nombre y apellidos… José de Jesús Romero López
Carrera… Profesor de educación primaria
Universidad… Benemérita Escuela Normal Urbana Federal Fronteriza
Estado… Baja California
Año de expedición… 1975
Evidentemente esta cédula es de otra persona, simplemente porque en 1975, Chucho Romero era un bebé. Así que tenemos también usurpación de personalidad y esto constituye un delito más. Y aquí tampoco hay vuelta de hoja… Salomón tiene que estar acorde con lo que pregona y destituir a Jesús Romero, no porque se necesite título universitario para ser secretario general de Gobierno, sino porque es un delito ostentarse como profesionista sin serlo.
¡Suerte! y hasta el próximo De Análisis Político
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