Alfredo Brena
Oaxaca de Juárez, 19 de agosto. La Iniciativa Privada (IP) oaxaqueña ha perdido varias oportunidades para encausar los movimientos sociales que se han presentado. Hoy trata de mostrar musculo político, de erguirse como fiel de la balanza para la represión del gobierno federal hacia el magisterio.
En 1977 la burguesía oaxaqueña dejó ir la oportunidad de bloquear la Guelaguetza y demostrarle a Jesús Reyes Heroles que amén de tener la razón en el conflicto universitario, tenían a la mayoría de la población con ellos.
En ese año se presentaba por segunda vez la Guelaguetza en el Auditorio Guelaguetza. Se habían acabado los “Lunes del Cerro” en la Rotonda de la Azucena. El Auditorio Guelaguetza fue construido por órdenes del ingeniero Víctor Bravo Ahuja (Gobernador de Oaxaca 1968-1970). Don Víctor dejó la gubernatura de Oaxaca porque Luis Echeverría (Presidente de México 1970-1976), lo nombró secretario de Educación Pública, cargo que cumplió a cabalidad durante todo ese sexenio. Luego entonces, Bravo Ahuja prácticamente le ordenó al Comité Administrador del Programa Federal de Construcción de Escuelas (CAPFCE) la construcción del Auditorio Guelaguetza, la cual se efectuó en 1975.
Así que en 1977, en pleno apogeo del conflicto universitario, a la Iniciativa Privada oaxaqueña le faltó visión para realizar un paro en los dos últimos lunes de julio de 1977. Con lo cual hubieran conservado a su gobernador Manuel Zárate Aquino y hubieran conservado su universidad. Todo pasó, la IP oaxaqueña en absoluto fue tomada en cuenta por el entonces secretario de Gobernación Jesús Reyes Heroles, quien designó a Eliseo Jiménez Ruiz gobernador interino y los obligó a abandonar la UABJO para que se fueran a fundar la URSE.
En 2006 la Iniciativa Privada oaxaqueña dejó ir la oportunidad de terminar de una forma satisfactoria con el pleito de dos burocracias: la burocracia gubernamental encabezada por Ulises Ruiz contra la burocracia magisterial liderada por la Sección 22 de la CNTE.
El conflicto magisterial del 2006 surge por los errores del entonces secretario General de Gobierno Jorge Franco, a quien lo chamaquearon los dirigentes de la Sección 22 en la primera negociación en el 2005. Así que al año siguiente, Jorge Franco quiso tomar venganza poniéndose rudo en la negociación, y los maestros se fueron a paro. Y ya en el paro, Jorge Franco se quiso mostrar más rudo y ordenó el desalojo con las consecuencias que todos conocemos.
En el conflicto del 2006 la burocracia magisterial nunca dejó de recibir su salario. Pero tampoco la burocracia gubernamental dejó de cobrar en ningún momento, desde Ulises Ruiz (Gobernador de Oaxaca 2004-2010) hasta el último del escalafón, cobraron puntualmente. Y la IP oaxaqueña que era la verdaderamente afectada, despidió infinidad de empleados y muchos negocios quebraron.
A la IP oaxaqueña nuevamente le faltó visión, le debió haber pedido al gobierno federal que levantaran el plantón con la Policía Federal (como finalmente ocurrió), pero además debió haber pedido que le quitaran a Ulises Ruiz, que no había demostrado poder gobernar Oaxaca. Nuevamente en ese 2006 se presentó la oportunidad de boicotear la Guelaguetza, para hacerse oír por el gobierno federal. Pero no, la IP oaxaqueña decidió apoyar a Ulises Ruiz. Y una vez terminado el conflicto magisterial 2006, la IP solamente recibió migajas de compensación por su apoyo a Ulises Ruiz, que se mantuvo en el puesto de gobernador de Oaxaca.
En este 2016, el lunes 8 de agosto, la IP oaxaqueña trató de arengar a la población a secundarlos con un paro trasnochado, que no tuvo ninguna repercusión. Salvo eso sí, que los recibieron en Los Pinos, aunque esta distinción realmente se le debe al poder de la Coparmex Nacional.
No cabe duda que a la IP de Oaxaca le faltan ideólogos y asesores, si verdaderamente querían hacer acto de presencia en el escenario donde se libra la batalla entre la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y el gobierno federal, entonces debieron haber boicoteado la Guelaguetza, y ahí manifestar su inconformidad y poder de convocatoria.
Se debieron haber manifestado como la Tercera Vía a la solución del conflicto, cerrando hoteles, restaurantes y paralizando a la ciudad, pero no, trataron de cachar económicamente lo que pudiera dar esta desgastada temporada de julio, y una semana después de la octava de la Guelaguetza, protestaron paralizando la ciudad y lastimando al verdadero pueblo trabajador y dejando intactas a las burocracias magisterial y gubernamental.
Gabino Cué ya no se ocupa de Oaxaca, el gobernador de Oaxaca hasta el 1º de diciembre de 2016, solamente está unas horas a la semana aquí en la ciudad de Oaxaca. Una vez a la semana Gabino Cué aterriza a media mañana en el aeropuerto de Xoxocotlán y al atardecer emprende el vuelo de regreso a la capital azteca. ¡Bueno ya no es Gobernador ni de medio tiempo!
Pero por alguna extraña razón, el trasnochado paro de la IP oaxaqueña fue para que le aplicaran la ley a los maestros, pero no para que le aplicaran la ley al desgobernador Gabino Cué.
Estamos a 104 días de que tome posesión Alejandro Murat como Gobernador en Oaxaca.
¡Suerte! y hasta el próximo De Análisis Político.
Twitter: @AlfredoBrena
Facebook: Alfredo Brena