Jungla de Tijuana: bomba de tiempo
Rubén Cortés
Oaxaca de Juárez, 28 de octubre. A veces se debe echar un vistazo al mundo. En todo caso es coincidente que esta semana Francia desmantelara el campo de siete mil inmigrantes sirios, afganos, paquistaníes y africanos de Calais, y que en México se esté montando en Tijuana un campamento de cinco mil inmigrantes haitianos.
También es coincidente que los siete mil inmigrantes de Calais no querían quedarse en Francia, sino cruzar a Gran Bretaña; y que los inmigrantes haitianos de Tijuana no quieren quedarse en México, sino cruzar a Estados Unidos.
Coincide también que miles de los de Calais tenían documentos para entrar a Gran Bretaña, pero Londres permitió el acceso a unos pocos; y que miles de los de Tijuana tengan papeles para entrar a Estados Unidos, pero Washington acepta a pocos.
¿Más coincidencias? No por ahora, porque Francia demolió la “Jungla de Calais”, mientras los países vecinos cerraron sus fronteras para evitar a los desalojados. Y México apenas lidia con la situación.
Sin embargo… hay que insistir: a veces se debe echar un vistazo al mundo. Porque la “Jungla de Calais” no se formó en un día y fue producto de la estrategia de espera a una “solución natural” empleada por el gobierno de François Hollande.
Desde 2013, Calais se convirtió en punto de encuentro de migrantes sirios, afganos, paquistaníes y africanos, la mayoría con derecho al asilo en Gran Bretaña: primero se instalaron 400, pero enseguida la situación explotó “de manera natural” hasta llegar en algún momento a albergar a 10 mil.
Y sucedió lo que tenía que suceder, que la “Jungla de Calais” se salió de control: campamentos convirtiéndose en centros insalubres y focos de enfermedades, migrantes invadiendo autopistas para introducirse en tráileres que iban camino a Gran Bretaña, vecinos molestos y protestando…
De este lado, es reciente la llegada de haitianos, en notable mayoría, y africanos, en menor número. Pero el propio secretario de Gobernación, Miguel Osorio, considera el hecho como “un fenómeno extraordinario que se mantendrá y no se resolverá en breve”.
Porque vienen más a instalarse en Tijuana. Según organizaciones civiles, 45 mil están en camino desde Brasil y muchos se encuentran en estos momentos entre Panamá y Guatemala.
México debe evitar una “Jungla de Tijuana” por la bomba de tiempo que significaría: la entrada de los inmigrantes a Estados Unidos sería lentísima, en espera del resultado electoral y la instalación del próximo gobierno.
En tanto, estamos obligados a garantizarles alimentación, medicina, ocio, estudio a niños y derechos humanos a los 50 mil migrantes que llegarán. Cuidarlos como a la niña de nuestros ojos.
Nuestra fortísima lucha antiTrump nos convirtió en campeones mundiales de la defensa de los migrantes.
Y hay que predicar con el ejemplo.
Twitter: @ruben_cortes
