Oaxaca de Juárez, 18 de febrero. En la Cámara de Diputados inició la elaboración de un juicio de procedencia para desaforar y juzgar por peculado y malversación de recursos públicos al alcalde de usos y costumbres de San Agustín Etla, Oaxaca, Isac Cruz Cano, a quien se pretende llevar a la cárcel porque exige dos millones de pesos por concepto de moche -de un total de siete millones de pesos- antes de continuar con la pavimentación de la calle principal del pueblo e introducción de agua potable de esa población, que se encuentra en las orillas de la capital del estado.
El dinero en las cuentas del ayuntamiento de San Agustín Etla ha despertado un apetito indescriptible en el actual alcalde –quien podría ser llevado a prisión por constituirse en delitos graves los señalamientos que se le imputan–, y en su antecesor Manuel Ramos Cruz, quien también intentó lucrar en su beneficio con los recursos que la Cámara de Diputados federal les otorgó para levantar obra pública en su pueblo.
El ordenamiento vigente en la Cámara de Diputados y en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) es claro, en caso de que una autoridad exija moches o diezmos será sujeta a un procedimiento legal que le arrebataría el fuero, y por tanto la protección constitucional.
Tal es el caso de Isac Cruz Cano, quien recibió en la cuenta de cheques del ayuntamiento siete millones de pesos que están etiquedados para la pavimentación y tendido de sistema de agua potable.
Desde hace dos años en la Cámara de Diputados el entonces coordinador de Movimiento Ciudadano, Ricardo Monreal Ávila accedió a recibir al entonces alcalde Manuel Ramos Cruz, y tras explicarle que San Agustín Etla se encontraba abandonado de la obra pública, y presentarle un proyecto de obra, Monreal accedió ayudarles a conseguir un presupuesto de nueve millones de pesos ante la SHCP, para que los pobladores de San Agustín vieran pavimentada su avenida principal.
Una vez que Monreal consiguió solventar todos los trámites burocráticos, la SHCP otorgó los recursos porque el proyecto ameritaba ser respaldado.
Y a partir de ahí comenzó a aflorar el apetito corrupto de Manuel Ramos Cruz (PRI), quien exigió más de dos millones de pesos en moche a la constructora que fue contratada. Esa empresa se negó a dar un peso y sobrevino el escándalo, a tal grado que la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados estaba lista para intervenir y acusar de corrupción a Ramos Cruz.
Cuando se publicó el escándalo, Ramos Cruz aceptó pagar a la constructora sin un peso de por medio. No obstante, el cambio de presidente municipal se atravesó, y como Manuel Ramos Cruz sólo había pagado dos de los nueve millones por el costo de la obra, ésta se detuvo hasta que Isac Cruz Cano (PRI) tomara posesión y tuviera autoridad legal para firmar el resto del pago para la culminación de la obra.
Hasta ahora, la obra que tanto han reclamado los habitantes de San Agustín Etla se encuentra parada porque a Isac Cruz Cano –quien apenas lleva dos meses en el poder– se le apetece cometer el delito de peculado y malversación de fondos públicos.
Este alcalde corrupto insiste en cobrar su “moche” por el simple hecho de ser la autoridad momentánea. Y hasta donde se informó ayer en San Lázaro, está obstinado advirtiendo que él se “pasa por el arco del triunfo” a la autoridad federal y a la del nuevo gobierno del estado que encabeza Alejandro Murat.
Mientras tanto, en la Cámara de Diputados abogados de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) ya preparan el papeleo legal para que el ministerio público proceda penalmente contra el corrupto Isac Cruz Cano.
Y así, otra vez, los habitantes de San Agustín Etla –como se denunció en estas páginas el pasado mes de noviembre– tendrán que esperar la culminación de una obra que ya debería estar operando. Todo depende de lo que decida Isac Cruz Cano.
La Jornada
