Sabiduría vergüenza y trabajo
Gerardo Felipe Castellanos Bolaños
Oaxaca de Juárez, 23 de octubre. A los maestros, mis maestros, nuestros maestros en la Universidad “Benito Juárez” de Oaxaca en la década de los sesenta en el edificio central, que fueron un ejemplo de sabiduría, vergüenza y trabajo; su legado perdura en nosotros.
Dn. Ricardo Cervantes Barzalobre, director de la Escuela de Comercio; fundador y presidente del Colegio de Contadores Públicos del Estado de Oaxaca. Fue de los pocos maestro que te daba consejos de superación personal que fui comprendiendo al ponerlos en práctica en mi vida diaria; mi amigo y compañero en el Colegio de Contadores Públicos del Estado de Oaxaca
Dn. Carlos Z. Vásquez Mendoza, fundador y presidente del Colegio de Contadores Públicos del Estado de Oaxaca; fundador de la Academia Oaxaqueña que tanto ha aportado a la Contaduría Pública en Oaxaca. En una ocasión le dije: Maestro, me gustaría ser nuevamente su alumno, y me contestó: ¡No, ahora te toca ser maestro!. Amigo, compañero en el Colegio de Contadores Públicos del Estado de Oaxaca y en el Club de Leones de la Ciudad de Oaxaca. Aficionado a la fotografía y jugador de tenis.
Dn. Carlos Cavero Hernández. Fue el primer Contador Público y Auditor que se tituló en Oaxaca en el Instituto de Ciencias y Artes del Estado, su título es el No.1; es el único examen profesional que se presentó en el Paraninfo de la UBJO., al menos, no recuerdo otro semejante, desde que vivo en Oaxaca, ni he oído decir; –el salón de exámenes estaba ocupado por una exposición periodística–, el jurado estuvo integrado por: Lic. Julio Bustillos Montiel, Lic. Manuel Monjardín Espejel, CP. Ricardo Cervantes Barzalobre, CP. Carlos Z. Vásquez y CP. Ángel Mayoral Rodríguez; la tesis versó sobre la depreciación como factor de activo fijo; el examen profesional lo presentó en 1953; su título está fechado el 28 de agosto de 1953 y está firmado por el Dr. Jorge Pérez Guerrero, como Director del Instituto de Ciencias y Artes del Estado de Oaxaca, y Dn. Manuel Castro Ribadeneyra, como Secretario. Carlos Cavero Hernández fue director de la Escuela de Comercio; durante su gestión se inició en Oaxaca la licenciatura en Administración de Empresas; fue el primer representante de los maestros ante el Consejo Universitario y Tesorero de la UABJO. durante 14 años.
CP. Roberto Ángel Castellanos Iralda, CP. Pablo Quiroz Arenaza, CP. Ángel Mayoral Rodríguez, CP. Alfonso Ocejo, CP. Eduardo Ramírez Soto, CP. Leopoldo Girón Cruz, CP. Leonardo González Pérez y CP. Gerardo Morales.
Juanita Glessen. Fue mi maestra de Inglés II curso; era suiza, pero parecía un ángel; en ese entonces tendría cómo dos mil años; menudita, de piel blanca, casi transparente; ojos azules, lentes redondos; nariz aguileña; boca chica, de labios delgados; pelo corto, lacio, cómo Príncipe Valiente, con fleco y todo; usaba suéter abierto, gris claro, casi blanco; vestido de colores claros, lisos o con estampados tenues, falda plisada; zapatos de piso. Le había tocado vivir en carne propia los horrores de la II Guerra Mundial y pienso que esta experiencia fue la que la convirtió en ángel.
Tenía una hija, alta y robusta, que, según nos contó, tenía más desarrollado el brazo derecho porque jugaba jai alai (cesta punta).
Juanita era periodista, siempre con su libreta de reportera; me parecía que no comía y que en cualquier momento se la iba a llevar el viento.
Al iniciar el curso nos enseñó la siguiente oración de San Francisco de Asís: Oh, Señor, hazme un instrumento de tu paz. Donde hay odio, que lleve yo el amor.
Donde haya ofensa, que lleve yo el perdón. Donde haya discordia, que lleve yo la unión. Donde haya duda, que lleve yo la fe. Donde haya error, que lleve yo la verdad. Donde haya desesperación, que lleve yo la alegría. Donde haya tinieblas, que lleve yo la luz.
Oh, Maestro, haced que yo no busque tanto ser consolado, sino consolar; ser comprendido, sino comprender; ser amado, como amar.
Porque es: Dando, que se recibe; perdonando, que se es perdonado; muriendo, es que se resucita a la vida eterna.
Nunca he olvidado esta enseñanza de Juanita Glessen que nos decía: “es aplicable a cualquier religión”.
Lic. Alfredo Castillo que nos dió Derecho Civil, materia que llevamos con el grupo de Licenciados en Administración de Empresas. El exámen fue en la tarde, en la segunda planta en el primer patio; Camiro entró antes que yo, según el órden de la lista, cuando él salía yo entré y al cruzarnos le pregunté, refiriéndome a la calificación, ¿Cuánto? tres nueves me contestó, con lo que me dejaba un paquete muy difícil de superar, al terminar el exámen entré por mi boleta de calificación de tres dieces.
Juventud, divino tesoro.
castilan.gerardo.castellanos@


