Gerardo Felipe Castellanos Bolaños
Oaxaca de Juárez, 7 de marzo. Sepamos de una vez por todas quienes somos, de dónde vinimos y hacía dónde vamos. Gnothi seautom decían los griegos y los romanos: nosce te ipsum; conócete a ti mismo. Conócete a ti mismo y mejórate. Rescátate a ti mismo como hacían los esclavos en la antigua Roma, se redimían pagando su propia libertad para ser libertos, libres de cadenas y transitar por la vida orgullosamente libres y con la frente en alto.
Debemos definir de manera clara, breve y sencilla qué es lo que queremos de la vida y a partir de este momento sabremos que camino debemos seguir. Séneca decía a los navegantes que ningún viento es favorable para el que no sabe adónde va.
Son los detalles pequeños los que llenan nuestras vidas y para trascender es necesario que sucedan hechos extraordinarios, que estemos allí en ese momento, que coincida nuestra preparación académica y madurez como personas para aprovechar la circunstancia inesperada que cambie nuestras vidas para siempre y nos permita ir realmente más allá de la laguna, más allá de la ignorancia, más allá de la muerte. Juárez conocía perfectamente el momento que estaba viviendo, sabía que la patria estaba en peligro y que el precio para salvarla era ofrendar su propia vida y el bienestar de su familia.
La vida es la suma de muchas oportunidades y el éxito o el fracaso depende del uso que le demos a cada una; es esencial que percibamos el momento en que se presenta cada oportunidad y con esto quiero decir que se nos presenta muchas oportunidades, pero lo básico es que aprendamos a aprovecharlas; que hagamos algo con nuestra vida, que cambiemos permanentemente para mejorarla.
Una vez encontrado el camino nos obligamos voluntariamente a compartir con los demás la parte de verdad que vayamos alcanzando; a contribuir en la medida de nuestros conocimientos al bienestar de los demás; no tiene caso pasar por este mundo sin dar sabor a nuestra vida y a la de los demás. Vivir sin pensar y peor aún, sin actuar, sin provocar resultados, sin aportar nada de nada a nadie, ni siquiera a nosotros mismos; vivir así es un desperdicio.
Para alcanzar el éxito, en el renacimiento de cada día se requiere de la esencia, de lo mejor de cada uno de nosotros. Reinventémonos a cada instante. Seamos mejores. Seamos un ejemplo de fuerza de voluntad, de sencillez y de humildad, como Juárez.
Como seres humanos seamos extraordinarios; nuestra vida es una suma de valores. Alimentamos nuestro cuerpo cuando menos tres veces al día pero al espíritu lo debemos alimentar en todo momento. Debemos creer en nosotros mismos. La calidad profesional no solo se debe tener, se debe demostrar; el principal enemigo del hombre es él mismo; aprendamos a ser leales con nosotros mismos, con nuestra familia y con nuestro trabajo; el ejercicio profesional implica el compromiso de ser integro, capaz, propositivo.
En mi opinión Pomponio tenía razón cuando decía que: “hay personas tan acostumbradas a la oscuridad, que en la claridad ven mal” y esto es real, el sol las deslumbra y responden de la única forma en que reaccionan los enanos, destruyendo la obra de los gigantes; son las que devoran a las luciérnagas por que brillan; son las que apagan la luz de los demás para encender la propia; son los que desconocen la misión, visión y el objetivo de la empresa.
En medio de este temporal de oscuridad, de retroceso y de destrucción debemos reconocer que es tiempo de sumar todos, alumnos y maestros, el talento los conocimientos y la experiencia y de manera positiva debemos ver bien en la claridad.
Claridad de vivir en Oaxaca, cuna de hombres que son ejemplo de lo que se logra con fuerza de voluntad, con un trabajo fecundo, respetando el derecho ajeno hasta alcanzar la paz. Los oaxaqueños tenemos la fortuna de contar con uno de los mejores climas del mundo. Un centro histórico y una ciudad que es patrimonio cultural de la humanidad. Nos deleitamos de una cocina regional reconocida mundialmente; tenemos tradiciones, costumbres, artesanías; disfrutamos los recursos naturales como el árbol de El Tule, las playas de Huatulco y Puerto Escondido; zonas arqueológicas dignas de ser conocidas por el turismo más exigente y contamos con una red carretera que comunica a todos los puntos del interior del estado con la capital del país y otros estados.
La estrategia es reconocer, aceptar y aprovechar el momento que estamos viviendo. Por nuestro propio bien, el de la familia y de nuestro estado.
Si saben a dónde van, no hay duda, encontrarán el camino y el viento siempre será favorable.
castilan.gerardo.castellanos@


